En el Concejo Deliberante, florece el diálogo entre representantes de los dos espacios. Quién es quién en la nueva rosca. El horizonte del 2025 tras la demolición de JxC.
En un escenario neblinoso, en el que resulta difícil ver mucho más allá de la punta de los propios zapatos, los referentes locales de la oposición avanzan a tientas hacia la reconfiguración de sus alianzas.
Aunque ninguno de los referentes locales tiene en claro si finalmente Mauricio Macri y el presidente Javier Milei avanzarán en la formalización de una alianza, todos trabajan como si ese fuera el único futuro posible. Al menos en Pilar, el macri-mileísimo es un hecho.
En el Concejo Deliberante local, los tres concejales del Pro tejen conversaciones con los tres libertarios. Lo hacen por separado, ya que tanto unos como otros abrieron bloques unipersonales apenas entraron al recinto.
La rosca
El acuerdo más avanzado es el que une al macrista Sebastián Neuspiller con la mileísta Solana Marchesán. Este año, ambos conformaron un interbloque, el primero formal entre los dos espacios.
Neuspiller es el único dirigente local del Pro que mantiene cierto grado de contacto personal con Macri, en cuya presidencia fue superintendente de Salud. Después, ganó dos internas consecutivas que lo llevaron a encabezar las listas en 2021 y 2023, como candidato a concejal y a intendente respectivamente. Fueron las dos peores elecciones de Juntos por el Cambio en Pilar.
Marchesán llegó al Concejo en la lista de Avanza Libertad de José Luis Espert en 2021, en lo que fue su primer acercamiento a la política. Al poco tiempo, rompió el bloque para saltar al mileísmo.
Este año, Marchesán tuvo un breve paso por el Senado de la mano de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Pero cuando todo hacía pensar que dejaría el barrio para desplegar las alas en la política nacional, repentinamente volvió a su banca.
Analía Leguizamón, una de las dirigentes del Pro que aspira a liderar la reconstrucción local del partido, avanza en el diálogo con otro libertario, Juan Pablo Casañas Onganía, otro recién llegado a las lides políticas desde el mundo empresario.
En este caso no hay interbloque formal, pero se mostraron juntos y hasta firmaron una carta documento con la que buscaron frenar -sin éxito- la sesión del HCD en la que se aprobó la rendición de cuentas municipal del año pasado.
Antes, habían compartido una excursión de tono más político a San Nicolás, donde se reunieron con el intendente Santiago Passaglia. Ambas acciones conjuntas fueron comunicadas profusamente por los dos en sus redes sociales.
Finalmente la concejala ritondista Adriana Cáceres es la única referente legislativa del Pro que no dio señales públicas de diálogo con los libertarios. Aunque en los pasillos señalan que en los últimos tiempos viene recomponiendo la relación política con Juan Martín Tito, dañada por viejos cruces electorales a los que el libertario les puso picante extra.
Nadie sabe si el futuro cercano los encontrará juntos para armar una oferta electoral en las legislativas del 2025. Pero frente a un oficialismo que arrasó en las urnas y no muestra fisuras legislativas, los macristas coinciden en que explorar la alianza con el partido que gobierna el país es el único camino posible. Eso sí, todos por separado.
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