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Batalla atajó un penal en la última y San Lorenzo empató con Estudiantes

El arquero del Ciclón adivinó el tibio remate de Rollheiser y sostuvo el 1-1 en La Plata. El Ciclón quedó a nueve de River. Ascacibar y Bareiro, los goleadores.

San Lorenzo igualó 1-1 ante Estudiantes de La Plata en el estadio Jorge Luis Hirschi, por la vigesimoprimera fecha de la Liga Profesional, y quedó a nueve puntos del líder River Plate. Augusto Batalla fue el héroe azulgrana tras atajarle un penal a Benjamín Rollheiser a los 95 minutos. Los goles los convirtieron Santiago Ascacíbar, para el Pincha, y Adam Bareiro, en la visita.

El hombre de la noche fue el 1 del Ciclón, que con notable personalidad adivinó el flojo remate del enganche pincharrata en la última jugada del partido después de un penal cometido por Campi (contra Mancuso) y cobrado a instancias del VAR. El ex River, que en 21 partidos solo recibió 8 goles y lleva un gran momento, se tiró a su izquierda y sostuvo el empate.

El Ciclón se tomó en serio sus urgencias en el segundo tiempo. La derrota lo mantenía a diez puntos de líder y le dejaba la mesa servida para que se escape mañana en caso de vencer a Instituto. Pero después de un primer periodo flojo y con un error que le costó el 0-1, jugó el complemento con más hambre y rescató el empate, aunque mereció algo más. River miró de brazos cruzados: con este resultado, le saca 9 al azulgrana y 11 al Pincha, el tercero y cuarto de la tabla, respectivamente.

Con estas posiciones era de esperar un partido de ida y vuelta, con llegadas, peligro, suspenso. Pero no fue así. Fue muy estratégico, conceptual, estático, trabado, de pierna fuerte. Hablando de protagonismo en sí, se puede decir que se dividieron una etapa cada uno.

En el primer tiempo, Estudiantes se hizo dueño de la posesión desde la hora del arranque. Su premisa fue mover la pelota; mientras el Ciclón, ordenado y posicionado a la defensiva, esperaba detrás de la línea media. El costado derecho fue el sector donde el Pincha encontró mayores espacios, con las subidas constantes de Leonardo Godoy. Y fue por ese costado, justamente, desde donde nació el primer gol.

Si bien el equipo de Eduardo Domínguez manejaba los hilos del partido, no creaba situaciones de gol. Hasta que a los 21 minutos, a partir de un error en salida de los visitantes, llego el primero. Augusto Batalla se apuró en sacar en su afán de armar una contra, pero la pelota le quedó a Godoy. Benjamín Rollheiser la armó entre dos marcadores, se la devolvió al lateral y este tiró un centro atrás que empalmó a la carrera Santiago Aascacíbar con un zablazo de zurda que se coló en el ángulo.

Después del descanso, el que se subió al escenario fue San Lorenzo. Rompió el hielo y se animó a ir hacia adelante. A los 13 del segundo periodo, Gonzalo Maroni encaró por izquierda a pura gambeta, tiró el centro al medio, Andújar quedó en el camino y Adam Bareiro solo tuvo que empujarla para romper su racha personal y poner al CASLA uno a uno.

El equipo de Boedo creció desde el empate, y tuvo el segundo en los pies de Ivan Leguizamón, que luego de un enganche definió de zurda pero le adivinó bien posicionado en el primer palo el histórico arquero del elenco platense. Aunque no hubo tantas jugadas claras, el complemento dejó la impresión de un San Lorenzo mejor parado.

Las emociones se revolucionaron en el descuento. Desde un lateral, Campi le cometió penal a Mancuso, pero Bejamín Rollheiser falló. El desarrollo no estuvo acorde a la expectativa que generaba el partido. Se repartieron puntos y no les sirvió a ninguno, solo a River y Talleres. A seis fechas para el final, el campeonato empieza a delimitar su ruta y San Lorenzo parece quedarse a mitad de camino.