Colombian President Gustavo Petro (L) and his Venezuelan counterpart Nicolas Maduro shake hands after signing agreements at Miraflores Presidential Palace in Caracas, on November 1, 2022. - Petro arrived in Venezuela Tuesday for the first talks at presidential level since the neighbours reestablished diplomatic ties after a three-year break. It is the first visit by a Colombian president to Venezuela's capital since 2013. (Photo by Federico Parra / AFP)

Escalada militar contra Venezuela: la oposición celebra, Petro repudia

El presidente colombiano tuvo un choque con un legislador republicano por afirmar que el Cartel de los Soles no existe. Ledezma y Machado aplauden a Trump. Envío de tropas a Zulia y Táchira.

El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, anuncio el despliegue de 15.000 militares en la región fronteriza con Colombia para reforzar la seguridad en la zona y combatir el tráfico de droga. En particular destacó la creación de una «unidad de respuesta rápida» y la activación de la «Zona de Paz #1» en Zulia y Táchira, donde se utilizarán drones, embarcaciones, aviación y otros vehículos para custodiar la frontera. Se trata de una respuesta a la amenaza militar de Estados Unidos que tiene como excusa que desde territorio venezolano actúan bandas de narcotraficantes, como la Casa Blanca llama «Cartel de los Soles» y que sindican como responsable al presidente Nicolás Maduro, por el que instauraron una recompensa de 50 millones de dólares.

«Nuestro Presidente ha decidido activar de manera inmediata la Zona de Paz número uno, que incluye al estado Táchira y al estado Zulia, y ha ordenado un gran refuerzo operacional de lo que ya existe allí porque estamos operando desde hace bastante tiempo desplegados con URRA (Unidades de Reacción Rápida de Combate) y con operaciones militares y policiales puntuales«, dijo Cabello.

El ‘número dos’ de Maduro asegura que «debemos estar alrededor del 70 y el 80 por ciento de decomiso de (droga) lo que intentan pasar por Venezuela (…) Hemos decomisado una cantidad de droga extraordinaria este año, una cantidad de droga que supera cualquier cálculo. Lo saben internamente (…). El que intente pasar droga por Venezuela sabe que tendrá una respuesta contundente (…). Venezuela no será territorio para el paso de droga», resaltó.

El caso obtuvo también respuesta del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien negó incluso la existencia de la supuesta organización delictiva.

El mandatario colombiano tuvo, a raíz de esta posición, un cruce con el representante republicano Carlos A. Giménez por el estado de Florida, quien había dicho que Petro se clavó «su propia sentencia» al hacer esas declaraciones, las que afirmó que serían tomadas como un hecho grave en el Congreso de Estados Unidos.

«Usted no tiene derecho a sentenciar a ningún presidente elegido popularmente en Latinoamérica. Pudieron sentenciar a Pinochet, pero resultó aliado. Yo tengo las evidencias de los compradores de cocaína colombiana que pasa a Venezuela. Y si la verdad cuesta la cárcel, pues preso voy, también, sargento», escribió Petro en su cuenta de X. Giménez, cubano de nacimiento, efectivamente fue suboficial de Bomberos en Miami.

El incremento de las tensiones tras el envío de buques militares estadounidenses a la zona del Caribe cercana a las costas venezolanas despertó las ansias opositoras para una incursión armada que provoque el cambio de régimen que no logran por las urnas desde que el fallecido Hugo Chávez llegó al poder en 1999. Así, el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma -quien reside en Madrid- señaló que Estados Unidos no desplegó las naves de guerra para «ver delfines».

«Ese despliegue militar no debe ser para que los militares vayan a ver delfines», dijo Ledezma en una entrevista para la emisora colombiana Blu Radio, en la que justificó la maniobra de Washington como un «mecanismo de presión» hacia «una corporación criminal que viene cometiendo un sin número de delitos».

Ledezma celebró que Washington haya pasado ya de la diplomacia a la presión militar y judicial. Otro que aplaudió la amenaza injerencista de la administración de Donald Trump fue el presidente paraguayo, Santiago Peña, quien recibió el beneplácito de la lideresa opositora, María Corina Machado, que agradeció al Congreso guaraní la declaración de “grupo terrorista internacional” al Cartel de los Soles