Cien cuerpos, una sola alma: el fuego que no se apa

El sábado pasado, el cuartel central de Bomberos de Pilar se convirtió en galería, en templo, en espejo, allí se inauguró Proyecto 100. Cuerpo, mente y alma, la muestra fotográfica de Verónica Carro que durante un año retrató el pulso íntimo y colectivo de quienes, sin pedir nada a cambio, ponen el cuerpo donde otros ponen el miedo.

Por Jesús Marcelo Delise [email protected]

La exposición, compuesta por 128 retratos, uno por cada integrante del destacamento, y decenas de imágenes de entrenamientos, operativos y momentos cotidianos, no es solo una obra artística, es una declaración de principios, una crónica visual que nos obliga a mirar de frente aquello que solemos dar por sentado, la vocación de servicio, la empatía organizada, el heroísmo sin espectáculo.

Desde temprano, familiares, vecinos y bomberos se reunieron en el cuartel, no hubo alfombra roja ni flashes de prensa, hubo abrazos, lágrimas discretas, miradas que reconocen.

Vero Carro, con la humildad de quien sabe que el protagonismo no le pertenece, tomó la palabra, “Lo que ustedes hacen es maravilloso, de corazón se los digo porque no dudan un minuto en poner el cuerpo para estar al lado de uno”.

Y ahí está el corazón de esta historia, porque Proyecto 100 no busca estatizar el sacrificio ni romantizar el riesgo, lo que hace es algo más difícil, humanizar el uniforme, devolverle rostro, gesto, historia, mostrar que detrás de cada sirena hay una vida que eligió servir.

La fotógrafa Vero Carro retrató durante un año el trabajo de los Bomberos Voluntarios de Pilar.

Cuerpo, mente y alma: una estructura que interpela

La muestra se organiza en tres ejes. “Cuerpo” son los retratos, uno por uno, sin jerarquías. “Mente” son las imágenes de acción: capacitaciones, simulacros, incendios. “Alma” es lo que ocurre entre llamados, mates compartidos, silencios, risas, esperas.

Esa tríada no es casual, es una forma de decir que el bombero no es solo músculo ni solo técnica, es también vínculo, comunidad, sentido.

Y en ese sentido, la muestra es también un llamado editorial, porque en tiempos donde el espectáculo político ocupa todos los titulares, donde el ruido tapa el trabajo silencioso, esta exposición nos recuerda que lo público no es lo burocrático, lo público es lo que nos cuida, lo que nos salva, lo que nos une.

El trabajo de los Bomberos de Pilar bajo la lente de la fotógrafa Vero Carro. 

Vocación sin marketing

Verónica lo dijo con claridad: “Hay historias conmovedoras, gente que no sabía qué hacer con su vida y en Bomberos encontró la razón”. Esa frase debería estar en la entrada del cuartel, en cada escuela, en cada oficina pública, porque habla de algo que no se enseña, pero se contagia, la vocación.

Y aquí la mirada editorial se vuelve urgente. ¿Qué hacemos como sociedad para cuidar a quienes nos cuidan? ¿Qué lugar les damos en nuestra narrativa colectiva? ¿Por qué el bombero aparece solo cuando hay humo, pero no cuando hay historia?

Proyecto 100 responde con imágenes. Con rostros. Con alma. Y nos deja una tarea: reconocer, agradecer, defender.