Patricia Bullrich: del fusil al despacho – Anatomía de una biografía sin brújula.

Desde la Juventud Peronista en los años 70 hasta su actual rol como ministra de Seguridad en el gobierno de Javier Milei, Patricia Bullrich ha sido interpretada por analistas como una travesía marcada por la adaptabilidad ideológica y la búsqueda constante de protagonismo.

 

Por Jesús Marcelo Delise [email protected]

Según el periodista Ricardo Ragendorfer, autor de Patricia. De la lucha armada a la seguridad, Bullrich ha transitado por múltiples espacios políticos, siempre cerca del poder de turno. Él sostiene que “toda su lívido, estuvo depositada en la acumulación de poder, sea donde fuere”.

Esta lectura sugiere que su posicionamiento político no responde a convicciones estables, sino a una lógica de supervivencia y oportunidad.

 

En los últimos días, Bullrich ha reforzado su alianza con Milei, participando en desayunos políticos en Olivos y proyectando una posible candidatura al Senado.

A pesar de haber sido adversaria electoral del presidente en 2023, hoy se presenta como una de sus funcionarias más cercanas, lo que para algunos evidencia una flexibilidad que bordea el oportunismo.

La historia de Patricia Bullrich  incluye momentos de fuerte controversia, desde el recorte del 13% a jubilaciones durante el gobierno de De la Rúa, hasta su rol en los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel durante su gestión en Seguridad en el pro, esta mujer a sido parte de episodios que han dejado huellas profundas en la memoria colectiva política de cada argentino..

Uno de los caso que señalo con mucha fuerza a la hoy ministra de Seguridad del Mileismo fue sin lugar a duda el intento de asesinato a Cristina Fernandez de Kirchner.

Cristina Fernández de Kirchner: las fallas en el operativo de seguridad durante el atentado contra la vicepresidenta de Argentina - BBC News MundoEl 1 de septiembre de 2022, la ex presidenta y actual vice en aquel entonces, fue víctima de un intento de asesinato frente a su domicilio en Recoleta, el hecho, de extrema gravedad institucional, fue condenado por gran parte del arco político. Patricia Bullrich, sin embargo, eligió el silencio.

Bullrich explicó públicamente que estaba por repudiar el atentado, pero desistió cuando el entonces presidente Alberto Fernández, acusó a sectores opositores de fomentar discursos de odio. “No soy tan estúpida para dejarme acribillar”, dijo. Su negativa a condenar el ataque, fue interpretada por muchos como una forma de deslindarse de responsabilidades, pero también como una señal de tolerancia frente a la violencia política.

El diputado Gerardo Milman, mano derecha de Bullrich, fue señalado como posible instigador del atentado. Una testigo declaró haberlo escuchado decir: “Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa”. Luego, se supo que sus secretarias fueron llevadas a una oficina vinculada a Bullrich, donde un perito borró los contenidos de sus celulares, ese peritó, fue luego designado por Bullrich como Director de Tecnología del Ministerio de Seguridad, la sospechas de encubrimiento ya no eran solo sospechas y se habían vuelto insoslayable.

Ya en funciones como ministra de Seguridad, Bullrich ordenó investigar a un custodio de Cristina Kirchner por usar una campera de la Guardia de Honor de Venezuela. Lo acusó de “cuidarla muy mal” y sugirió que había “connivencia”, en lugar de reforzar la protección de una ex presidenta que sufrió un intento de magnicidio, la ministra puso el foco en el uniforme del agente, el gesto, fue leído como una forma de desviar la atención y deslegitimar la custodia judicialmente ordenada.

 

El "maestro" de Patricia Bullrich en Montoneros: "Era flor de guerrillera" | NoticiasPatricia Bullrich tiene una relación con Montoneros muy compleja y tal complejidad ha sido objeto de debate público durante años, aunque ella ha declara que solo militó en la Juventud Peronista (JP).

Múltiples investigaciones periodísticas y testimonios de ex compañeros,  sugieren que tuvo una participación activa en la organización armada Montoneros durante la década del 70.

A Patricia Se la conocía con los nombres de guerra Tatiana, Carolina Serrano o Kali.

Militó en la Columna Norte, liderada por Rodolfo Galimberti, quien era pareja de su hermana Julieta.

Su primer esposo, Marcelo “Pancho” Langieri, también era montonero y secretario personal de Galimberti.

Según diversas fuentes, habría participado en tareas de inteligencia para el secuestro de los hermanos Born en 1974.

Se le atribuye participación en un intento de atentado contra el intendente de San Isidro, Pepe Noguer, en 1977, colocando una bomba que hirió a familiares del funcionario.

También se menciona su involucramiento en un fallido atentado contra un gerente de la textil Sudamtex, donde varios militantes fueron emboscados y asesinados.

En 1977 se exilió junto a Langieri, pasando por Brasil, México y España.

En 1979, se sumó a la ruptura interna de Montoneros liderada por Galimberti y Juan Gelman, formando parte del Peronismo Montonero Auténtico.

En entrevistas, como la que tuvo con Mirtha Legrand en 2017, Bullrich negó haber sido montonera, afirmando que solo perteneció a la JP.

Sin embargo, documentos, testimonios y solicitadas de la época, la ubican como parte orgánica de la organización, incluso en roles de conducción durante el exilio.

1973–1975 | JP y primeros vínculos

Patricia Bullrich ingresa a la militancia política a través de la Juventud Peronista, su entorno familiar la conecta con Rodolfo Galimberti —líder de la Columna Norte de Montoneros—, pareja de su hermana Julieta. Su primer esposo, Marcelo Langieri, es secretario de Galimberti. Ya no milita al margen: forma parte de la estructura.

 

Línea de tiempo: 

1974–1977 | Alias y operaciones

Se la conoce como Kali, Tatiana o Carolina Serrano, participa en tareas de inteligencia que habrían facilitado el secuestro de los hermanos Born. Se le vincula también a un intento de atentado contra el intendente de San Isidro y a otro contra un gerente textil. Su nombre, comienza a figurar en informes internos de inteligencia militar.

1977–1979 | Exilio y fractura

Bullrich se exilia junto a Langieri. Pasa por Brasil, México y España. En 1979 rompe con Montoneros y se suma al llamado Peronismo Montonero Auténtico, liderado por Galimberti y Juan Gelman, críticos del rumbo militarista de Firmenich y asi pasa de revolucionaria clandestina a disidente política.

1999–2015 | Negación institución

Ya como funcionaria pública en gobiernos de De la Rúa, y luego en Cambiemos, Bullrich niega cualquier pertenencia formal a Montoneros, asegura haber estado solo en la JP, y relativiza su participación. Lo cierto es que documentos, fotos y testimonios, la contradicen, pero su versión se impone mediáticamente.

2017 | La entrevista con Mirtha

En el programa de Mirtha Legrand, niega haber estado en Montoneros, lo hace en un tono relajado, como quien sabe que el pasado puede ser editado. La política del olvido comienza a jugar a su favor.

Epílogo: De la lucha armada al marketing de la seguridad

Patricia Bullrich - Wikipedia, la enciclopedia librePatricia Bullrich construyó una identidad en zigzag,  de la clandestinidad peronista a la represión legalizada. De la consigna revolucionaria a la alianza con los sectores más duros del poder. Su trayectoria no sigue principios, sigue oportunidades.

Este Manifiesto o pequeña biografía,  no busca castigar su pasado, lo que interpela es su forma de narrarlo, y el modo en que esa memoria selectiva sirve hoy como blindaje ideológico.

Patricia Bullrich fue candidata presidencial ese año en el 2023, y desplegó toda su artillería para atacar a Javier Milei desde todos los flancos.

Lo hizo con vehemencia, con estrategia, con cálculo. El resultado final fue una tercera ubicación, sin posibilidad de acceder al poder, a ese trono que una vez más le fue esquivo y entonces, hizo lo que mejor sabe hacer, negociar su lugar en el reino del olimpo, aunque eso implicaría renunciar a principios, a coherencia, a historia.

Según Milei, Bullrich dejó toda ambición personal en 2023 para respaldar un proyecto, poniendo por delante el futuro del país en lugar de sus intereses.

Lo cierto es que sus acciones dicen lo contrario, no fue un acto de coraje, fue una transacción, no hubo honestidad ni generosidad, hubo ambición pura, disfrazada de patriotismo.

Bullrich no abandonó sus intereses personales. Los blindó. Pactó con quien había llamado “desequilibrado”, “peligroso”, “violento”. Se abrazó al Leviatán de turno, al mismo Milei que la había acusado de poner bombas en jardines de infantes. Y lo hizo sin pudor, sin autocrítica, sin memoria.

Hoy, sentada en el gabinete libertario, juega a ser Isabel Perón, Juega a ser parte de la “alta política” con los mismos de siempre, a traicionar sin escrúpulos al compañero que la llevó hasta donde está. En definitiva: Su respaldo, no fue ni será un gesto de grandeza, sino una jugada desesperada por no quedar fuera del reparto.

 

El Senado como bastión de soberanía

La historia no se escribe con posteos ni con desayunos en Olivos. Se escribe con coherencia.

Y en esa historia, Patricia Bullrich no aparece como la mujer que dejó todo por el país.
Aparece como la que entregó todo para no quedarse sin nada.

En 2023, Patricia Bullrich enfrentó a Javier Milei con toda su batería discursiva, acusándolo de desequilibrado, mesiánico, y autoritario. Lo hizo desde el escenario de la candidata que pretendía llegar al poder por méritos propios. Pero la realidad la golpeo muy fuerte,y termino negociando su lugar en la mesa de los poderosos sin pudor ni principios.

No fue generosidad, fue estrategia desesperada. No fue coraje, fue entrega.

La ministra de Seguridad no abandonó sus ambiciones personales, las blindó pactando con aquello que había combatido. Se integró al gabinete libertario con más ansias de trono que de proyecto, convirtiéndose en uno de los símbolos del pragmatismo sin alma.

La interna libertaria sigue al rojo vivo: ahora Patricia Bullrich le pegó duro a Victoria Villarruel | "El que no se adapta se va" | Página|12Lo más resonante de estos días es el enfrentamiento con Victoria Villarruel que lo expuso todo, Bullrich acusó a la vicepresidenta de «traicionar los principios libertarios» por no abandonar una sesión crítica en el Senado.

Villarruel, con tono fulminante, respondió que Bullrich había traicionado sus propios principios ideológicos hace años, cambiando de partido, como quien cambia de discurso.

Este conflicto no es anecdótico, es reflejo del agotamiento simbólico de una coalición que se presentó como rupturista pero solo reciclo ambiciones. No hay proyecto libertario, hay administración de egos. Y cuando los egos se chocan, el pueblo queda afuera de la escena.

En el mundo libertario, se pelean seguramente para ver quién representa mejor el “nuevo orden”, mientras tanto, la economía se hunde y los argentinos sufren, mientras se acusan de traición entre ellos y la soberanía nacional se entrega a potencias extranjeras, mientras se habla de libertad, y se silencian voces y se reprime la protesta.

Cuando las ambiciones personales superan los proyectos colectivos, lo que se destruye no es solo la política: es el alma de la democracia.
Y cuando el pueblo se organiza, la traición ya no tiene palco. Tiene condena histórica.

La historia política de Patricia Bullrich es una travesía por casi todo el espectro ideológico argentino, Juventud Peronista, Columna Norte de Montoneros, el menemismo, el FREPASO, la Alianza, la Coalición Cívica, el PRO y finalmente La Libertad Avanza un curriculum vitae que no tiene que ver con los principios morales sino con las ganas de ser a toda costa.

pinguino k #CristinaLibre on X: "El recorte del 13% a jubilados y estatales como anunció Patricia Bullrich en lo de Mirtha Legrand. También fue tapa de Clarín https://t.co/swJA3wkrkU" / XEl recorte del 13 % a jubilaciones y salarios estatales, en el marco de la llamada “Ley de Déficit Cero” la catapulta como una mujer sin escrúpulos que será recordada por lo peor de la política argentina.

El 13 % de recorte a jubilados fue una decisión que afectó directamente a los sectores más vulnerables, y que hoy resuena como antecedente de su actual rol como ministra de Seguridad, donde la represión a jubilados, enfermos y manifestantes se ha convertido en política de Estado.

Bullrich no abandonó sus ambiciones personales: las adaptó al poder de turno. Su paso por distintos partidos no fue evolución ideológica, sino estrategia de supervivencia política.

De la izquierda revolucionaria al neoliberalismo extremo, su historia es la de una figura que negoció principios por cargos, y que hoy reprime con gases a quienes antes decía defender con ideales.

La trayectoria de Bullrich no es evolución: es adaptación al poder.

De la militancia revolucionaria a la represión institucional, su historia revela una constante, la ambición como brújula.

Pactó con Menem, con De la Rúa, con Carrió, con Macri y ahora con Milei, cada salto fue una renuncia a lo anterior, y cada cargo, una confirmación de que los principios pueden esperar si el poder llama.

Hoy, como ministra de Seguridad, reprime a los mismos jubilados que recortó en 2001, les arroja gases, los golpea, los silencia.

La coherencia no es parte de su legado. Su legado, si es que abra uno, no será más que  la capacidad de sobrevivir políticamente a cualquier costo.