En una reunión con sus dirigentes más cercanos, Macri admitió que está en una posición delicada tras la llegada de Bullrich y Caputo. Teme que un fracaso del libertario sea letal para su futuro. «Ahora hay que rezar para que salga bien», dijo.
Mauricio Macri trazó un diagnóstico muy crudo del futuro del país y cree que el PRO está en una posición muy delicada. «Nos quedamos con el ajuste y la represión frente a la gente. Ahora hay que rezar para que salga bien», dijo el ex presidente durante una reunión con los dirigentes más cercanos.
En el encuentro no hubo presencia del bullrichismo ni del larretismo. Cerca del jefe de Gobierno dijeron que se trató de una «reunión de los amigos de Macri, no fue una reunión del PRO». Participaron Cristian Ritondo, Diego Santilli, Humberto Schiavoni, María Eugenia Vidal y Guillermo Montenegro, entre otros.
Macri mostro su preocupación por cómo puede llegar a impactar en el partido y, sobre todo, en su figura, el ajuste que propone Milei. «Hay que rezar para que salga bien», se sinceró el ex Presidente, uno de los principales hacedores del gobierno libertario.
Macri cree que Toto Caputo y Bullrich, ministros de Economía y de Seguridad, están en lugares de mucho desgaste y que, si fracasan en su gestión, él también terminará pagando el costo político.
La imagen de Caputo leyendo las medidas que tendrán impacto directo en el bolsillo de la gente era exactamente lo contrario de lo que buscaba el ex presidente.
Macri había pedido lugares en YPF o Anses para sus funcionarios de confianza, pero Bullrich terminó rompiendo, se alejó y asumió en Seguridad. Al final, el líder del PRO, no pudo festejar demasiado.
«Por eso Mauricio no quería que Patricia agarrara. Se vienen meses complicados y lo que pase en la capital se lo van a cargar a Macri. Si hay represión de la Federal va a ser Macri y si hay represión de la Ciudad va a ser Jorge Macri. De cualquier modo, es Macri, Macri, Macri», explicó un dirigente muy cercano al ex presidente.
Quién tampoco está muy convencido de las posibilidades de Milei es Horacio Rodríguez Larreta. En otro encuentro se mostró preocupado y expuso un panorama «negro» para los próximos meses y aseguró que Milei «no tiene un plan».
El ex jefe de gobierno fue uno de los armadores del equipo de Toto Caputo, que llegó al gobierno a proposición de Santiago Caputo, pariente del ministro. Larreta le explicó a sus íntimos que el presidente y su ministro solo se vieron dos veces antes de ofrecerle el cargo y que Milei hablaba pestes de Toto.
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