El radicalismo cree que la vicepresidenta electa es la «mas antirradical» del movimiento de Milei. No descartan un acuerdo tácito con el peronismo para quedarse con las secretarías administrativa y parlamentaria. El temo a una «michettización».
Los senadores radicales siguen indignados porque la vicepresidenta electa Victoria Villarruel se reunió con sus pares del peronismo y el macrismo, pero decidió ignorar a los legisladores de la UCR. «Es lejos la más antiradical de los libertarios, debe star enojada por los juicios a los militares de Alfonsín», chicaneó un importante dirigente del radicalismo.
La bronca llega a tal punto que los radicales no descartan confluir con el peronismo en una votación articulada para elegir los encargados de las dos Secretarías que en los hechos concentran el poder de conducción del Senado.
Fuentes al tanto de las negociaciones dijeron que la bancada peronista podría llegar a quedarse con la Secretaría Administrativa, mientras que los radicales anhelan la Secretaría Parlamentaria. Desde un puesto manejarían los recursos del Senado y desde el otro el control de la sesión. Esto dejaría a Villarruel casi como una figura decorativa o mediática, sin resortes para incidir en la dinámica parlamentaria.
La bancada de senadores radicales podría ser encabezada por el correntino Eduardo «Peteco» Vischi y ronda los 18 miembros que sumados a los 40 que tiene el peronismo puede definir sin problemas los cargos de la casa. Los libertarios apenas tienen 7 senadores.
El radicalismo que a nivel nacional se encamina a ser conducido por Martín Lousteau, por estas horas define que posicionamiento tomará ante el gobierno de Milei. Por ahora, prevalece la idea de una «oposición con lealtad democrática». Esto es votarle los instrumentos básicos para gobernar, como la ley de Presupuesto, pero no avalar nada que vulnere el marco democrático. «La delegación de facultades no pasa por el bloque radical», avisó un legislador de esa fuerza.
La tensión del radicalismo con Villarruel empalma además con la decisión del propio Milei de recortarle el poder ante la apresurada movida de la vicepresidenta por insinuar un proyecto propio.
Si bien la vicepresidenta Cristina Kirchner anunció por Twitter esta semana que su postura es la de ceder, por una cuestión institucional, el cetro de la presidencia provisional del Senado a la
Senadores macristas deslizaron ante este portal, ya a la salida de la traumática reunión que tuvieron en el Hípico Alemán esta semana, que el kirchnerismo pugnaba por la presidencia provisional pero apuntaba en realidad a retener la Secretaría Administrativa.
La interpretación coincide con la lectura que filtraron desde una gobernación 48 horas después. «Siempre hay que fijarse quiénes manejan las secretarías», marcaron.
Los más memoriosos señalan que la figura de Villarruel podría verse emparentada con la de la ex vicepresidenta Gabriela Michetti, en cuyo nombre el PRO perdió la pulseada contra la UCR por la secretaría parlamentaria en 2015. En esa poltrona había recalado el radical Juan Pedro Tunessi y en la administrativa se ubicó Helio Rebot, un kirchnerista que se pasó al macrismo durante el juicio político a Aníbal Ibarra por la tragedia de Cromañón.
En los pasillos del Senado se preguntan si los libertarios, que arribarán el 10 de diciembre con un bloque de 7 escaños, tendrán la habilidad o las ganas de evitar «la michettización» de Villarruel. Por caso, hasta se rumorea que el radicalismo ni siquiera le vote la delegación de facultades al gobierno de Javier Milei.
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