Larreta negoció cargos en la Ciudad con Bullrich como reaseguro por si no entra al ballotage

Para apoyar a Bullrich el jefe de Gobierno centró la negociación en espacios de poder en la Ciudad. Los cargos y nombres en juego.

Rodríguez Larreta concretó una finta clásica de la política de todos los tiempos: apunto arriba para cobrar abajo. La negociación para que acepte ser presentado como el jefe de Gabinete de un eventual gobierno de Patricia Bullrich, se centró en espacios de poder en el gobierno porteño, uno de los pocos lugares que el PRO tiene casi asegurado.

«Horacio está en el fondo del mar, no le quedó otra que apoyar a Patricia para poder abrir la negociación en la Ciudad», explicó  un dirigente del PRO que lo conoce de cerca. La caída de Bullrich en la Ciudad que reflejan las últimas encuestas aceleraron la negociación. Larreta sigue conservando una buena imagen en el distrito que le toca administrar.

Fuentes al tanto de las negociaciones, que llevaron casi en soledad Bullrich y Larreta, afirmaron  que el jefe de Gobierno pidió retener la presidencia de la Legislatura porteña y del Concejo de la Magistratura de la Ciudad.

La Legislatura porteña está actualmente en manos de Emannuel Ferrario, un larretista puro. Sus allegados cumplieron con el manual y afirmaron  que Ferrario no estaba al tanto de ninguna negociación para que continúe en el cargo en un eventual gobierno de Jorge Macri. Pero aclararon que Ferrario es orgánico y si le piden que se quede en el cargo, se quedará. 

«Si se da el milagro que Patricia es presidenta cambia todo, en ese caso Emma Ferrario va a acompañar a Horacio como vicejefe de Gabinete», explicó a LPO un dirigente d eprimera línea del PRO.

Larreta prefirió centrar la negociación de espacios de poder en la Ciudad porque no está convencido que Patricia Bullrich logre entrar al ballotage.

Otros de los lugares reclamados por el jefe de Gobierno en la negociación fue la presidencia del Consejo de la Magistratura, que comenzará a discutirse el 24 de Octubre, después de la primera vuelta. En esa posición estratégica, Larreta quiere ubicar a Diego García de García Vilas, actual jefe de bloque del larretismo en la Legislatura porteña.

Esa pretensión de Larreta se choca con los candidatos de Jorge Macri para ese cargo, que son Gabino Tapia y Manuel Izura. Hasta que punto Jorge Macri estuvo involucrado en el acuerdo de Patricia y Larreta es una incógnita, lo que si está claro en el PRO es que su primo, el ex presidente, a lo sumo fue notificado, como sugiere la frialdad del tuit con el que recibió la noticia, que endosó a Bullrich. 

«Patricia, como Horacio, no lo consultó con nadie», una fuente al tanto de las negociaciones que agregó: «Larreta no le avisó ni al hermano».

Los legisladores larretistas García Vilas y Roy Cortina.

LegislaturaJuan Casas

 Larreta también está interesado en conservar el control de los ministerios de Salud y Educación, como una manera de contener a dos de sus dirigentes más cercanos, Fernán Quirós y Soledad Acuña, que pasaron de candidatos a jefe de Gobierno a quedarse sin nada.

Jorge Macri va por el control del PRO y afirman que Larreta analiza crear un nuevo partido 

Para Salud, el nombre que más suena por el larretismo es Daniel Ferrante, actual viceministro de Quiros. Y para Educación,  el elegido es actual jefe de Gabinete de Soledad Acuña, Manuel Vidal. 

Como sea, la jugada de Larreta cerrar acuerdos en la Ciudad a cambio de un apoyo nacional a Bullrich genera incomodidad en el PRO porque entienden que contiene una lectura derrotista -o precavida- de la elección presidencial. 

Te das cuenta que sos el único de nosotros que puede quedar en pie.

Sin embargo, en el PRO circuló fuerte en las últimas semanas una frase lapidaria de María Eugenia Vidal a Jorge Macri: «Te das cuenta que sos el único de nosotros que puede quedar en pie». 

En efecto, Jorge Macri lidera con comodidad la intención de voto a jefe de Gobierno, pero según las encuestas conocidas por ahora no evitaría el balotaje. Opina Argentina adjudicó al candidato del PRO una intención de voto del 44%, once puntos menos que la sumatoria de Juntos en las PASO. Pero hay un detalle clave: si se proyectan indecisos y voto en blanco Macri quedaría al filo de evitar el balotaje, por eso la importancia de sumar al larretismo.