Independiente volvió a sonreír con un sólido triunfo ante Sarmiento

Respira el Rojo, se abraza el Libertadores de América. Independiente sumó tres puntos vitales y se despojó de las especulaciones que lo persiguieron en la semana por incluir esa lista de equipos de la tabla general que jugarían un desempate por el tercer descenso. «Falta muchísimo», había adelantado el Ruso. Sabía que el equipo iba a sumar puntos, y hoy su formación dio garantía de eso.

Con un Matías Giménez Rojas endiablado, servicial con su esfuerzo para el equipo y autor de los dos goles de la noche de Avellaneda, uno en cada tiempo, los de la Caldera fueron superiores ante un rival que sigue teniendo pesadillas con la zona roja, aunque por ahora está afuera.

Desde el vamos, Independiente se mostró enérgico. La presencia de Iván Marcone -volvió a ser titular- en el medio, le dio autoridad. Y, sostenido por un sólido mediocampo, los rojos fueron hacia adelante, una y otra vez, acechando el área del Verde. Hasta que a los 38 minutos cantó el primero: Sarrafiore ejecutó el córner, Matías Giménez llegó por atrás, la controló de pecho y definió con un toque sutil para el 1-0.

En el complemento, el elenco de Zielinski volvió a estirar la ventaja, de arranque. A los 7 minutos de haber regresado desde los vestuarios, el Diablo armó una buena combinación por izquierda y llegó al segundo. Otra vez la fórmula Sarrafiore-Giménez. El volante con un centro y el delantero con un frentazo directo al arco que asentó el triunfo del dueño de casa.

Sobre el final, Independiente jugó en superioridad numérica por la expulsión directa de Guido Mainero por un codazo. No aceleró y se aferró al dos a cero, que le encajó perfecto a su funcionamiento y a la necesidad por sumar. Gran paso de Independiente, que se inyectó ánimo para seguir en carrera.