Tras lanzar su reelección, Federico Achával repasó los ejes de su campaña. Los logros de su gestión, temas pendientes y definiciones en tiempo de descuento.
Un día después de anunciar oficialmente que irá por la reelección este año, con su rostro multiplicado otra vez en los carteles gigantes de la Panamericana, el intendente Federico Achával sabe que se vienen meses sin descanso, en los que tendrá que desdoblarse para sostener las demandas de la gestión sumadas a las de la campaña.
– Publicamos en redes esta idea de darle continuidad al proyecto y volver a presentarme como candidato a intendente. Somos un proyecto político colectivo, muchos compañeros y compañeras que venimos militando hace mucho tiempo. Somos conscientes de las cosas que hicimos y sentimos la necesidad de ir por mucho más.
“Este es un proyecto del Frente de Todos con distintos sectores y todos son parte de la gestión de gobierno. Entre todos charlamos para volver a presentarnos como alternativa para la intendencia”.
– ¿Cómo fue ese proceso previo al lanzamiento?
– Había una inercia natural de un montón de cosas que venimos haciendo y que tuvieron impacto sobre la gente. Y además, la verdad es que tengo mucha muchas ganas y energía, todavía tengo muchas cosas con las que sueño y quiero que se realicen y que a las que voy encontrando la forma de resolverlas. Por eso es que charlé con los compañeros para volver a ser candidato a intendente.
– ¿Por qué elegiste empezar mostrando la política educativa de todas las que podías haber elegido?
– Cuando asumí como intendente, terminé el discurso frente a los concejales diciendo que veníamos a zanjar las profundas desigualdades del distrito. Sigo convencido de que la educación es la política pública que tiende a resolver ese problema. En el corto plazo, lo es para que todo el mundo tenga la posibilidad de educarse. Y de cara al futuro, porque genera igualdad de oportunidades y el movimiento social ascendente. El hacinamiento que había en aulas nos llevó a tomar la decisión de hacer obras. Ya van dieciocho nuevas escuelas, ampliamos muchísimas más, van casi doscientas nuevas aulas, con impacto en más de doce mil chicos. También elegimos la educación, porque tenemos por delante la lucha del sueño de la Universidad Nacional de Pilar, y siempre que uno sueña en grande y que ese sueño sale desde el corazón empuja a que el proceso avance.
“Si hay algo que nos gusta es la posibilidad de caminar nuestros barrios. Crecimos así como proyecto político”.
– Antes de empezar la construcción de nuevas escuelas planteabas que era necesaria una “revolución en materia educativa”. ¿Qué tema presenta un desafío similar por delante?
– Todavía nos falta mucha infraestructura escolar. Falta mejorar las escuelas técnicas, ampliarlas. Tenemos un proyecto de la escuela técnica en Villa Rosa, pero tenemos que mejorar las que están. Todavía tenemos que trabajar para ampliar muchas de las escuelas. Lo mismo el centro de formación 51, una demanda histórica que tenga su propio edificio, también mejorar las escuelas especiales. Antes ser intendente empezamos con la campaña de una estufa por aula y cumplimos: hoy todas las escuelas del distrito tienen una estufa por aula.
– Vienen tiempos de mostrar a los vecinos lo que se hizo pero también lo que se va a hacer…
– Es una campaña particular, porque tenemos muchas cosas por mostrar de lo que hicimos, que la gente ya las vive, como los cinco clubes municipales, que hoy tienen más de treinta mil socios y vamos inaugurar el Derqui, avanzar con de Manuel Alberti y el Astollfi y Manzone. Tenemos mucha expectativa de terminar el canal Agustoni para ver esa transformación tan brutal del barrio. Hay ganas de mostrar el hospital en funcionamiento; las nuevas obras de asfalto en todas las localidades, las luminarias, las políticas de desarrollo social. Es una campaña con lo que hicimos, con lo que estamos haciendo y con lo que queremos hacer.
– Eso es lo que mostrás. ¿Qué recibís del otro lado?
– Normalmente hay muy buena recepción y cuando hay alguna cuestión pendiente, es con mucho respeto. Cuando viene alguien a plantearme en algún lugar a donde todavía no hemos llegado, lo que uno tiene que hacer es empatizar y proponerse resolver los problemas. No es un trabajo común el de la gestión política: tiene que tener sentimiento, corazón y empatía con el otro. No es una planilla de Excel y apretar botones.
– ¿Cómo imaginás el Pilar que vas a ver dentro de cuatro años si obtenés un segundo mandato?
– Mucho más unido, mucho más ordenado, con mejores oportunidades para las futuras generaciones. Nos encantaría que Pilar deje de ser individualmente localidades para para hacer una ciudad integrada y que eso permita que los que eligen vivir acá quieran quedarse, y que sus hijos quieran quedarse y encuentren oportunidades. Me imagino una ciudad con una potencia y un desarrollo enorme en términos industriales. Me imagino esa ciudad y sueño con que tenga su propia universidad.
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