En el marco de los actos por el bicentenario de la Independencia de Brasil, el mandatario brasileño realizó un acto partidario y realizó polémicas declaraciones.
Lula tiene nueve dedos porque perdió el meñique izquierdo cuando trabajaba en un torno en una fábrica metalúrgica en 1964 y era llamado de «Nine» (nueve, en inglés) por el exjuez Sérgio Moro y los fiscales de Lava Jato en forma despectiva en la causa que finalmente fue anulada por persecución política.
El presidente usó el Día de la Independencia, feriado, en Río de Janeiro con una caravana en motocicleta de 13 kilómetros donde escuchó insultos y gritos de «Lula presidente» a su paso por los barrios de la zona sur carioca hasta la playa de Copacabana.
Bolsonaro enumeró una serie de temas de la agenda de la ultraderecha que lidera como la no legalización del aborto, el rechazo a la legalización de las drogas y el respeto a la propiedad privada.
El presidente también fustigó sin nombrarlo a Alexandre de Moraes, el presidente del Tribunal Supremo Electoral y juez del Supremo Tribunal Federal por haber determinado allanamientos en casas de 8 magnates empresarios bolsonaristas que en los grupos de whatsapp habían promovido no respetar el resultado electoral en caso de victoria de Lula y financiar un golpe de Estado.
«Estuve hace un rato en Brasilia con los empresarios acusados de golpistas injustamente. Estamos al lado de estas personas que tuvieron la privacidad violada. Queremos que los brasileños tengan cadas vez más libertad para poder decidir su futuro», afirmó.
El presidente dijo que el Día del Bicentenario de la Independencia terminará con su presencia en el partido entre Flamengo y Velez Sársfield, por la semifinal de la Copa Libertadores.
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