El Garrahan no es una metáfora, es un hospital, es vida, es patria.

En medio de una Plaza de Mayo colmada, la imagen de Canela Burguéz una adolescente que sobrevivió a una malformación cerebral, gracias al equipo médico del Garrahan se alza como testimonio vivo de lo que significa tener un sistema de salud público, gratuito y de alta complejidad. Tuvo cáncer a los 15 años, la salvaron los médicos del Garrahan y emocionó  a todos en La Voz Argentina: “Estuve a punto de perder la vida”

Su presencia en la marcha, junto a cientos de trabajadores del hospital, expone una verdad que el gobierno intenta desdibujar: sin profesionales bien pagos, no hay milagros médicos.

 

Por Jesús Marcelo Delise [email protected]

Desde hace semanas, médicos, residentes y trabajadores del Hospital Garrahan reclaman una recomposición salarial acorde a la canasta básica, denunciando sueldos de apenas $797.000 por jornadas de más de 60 horas semanales, la respuesta del gobierno fue dictar la conciliación obligatoria, intimando a suspender toda medida de fuerza por 15 días, sin embargo, los gremios denuncian que no hubo instancias reales de negociación y que las autoridades del Ministerio de Salud, se ausentaron de las audiencias

Lo cierto es que ya hay más de 220 renuncias en los últimos meses por salarios insuficientes, un presupuesto congelado que cayó 54% en términos reales respecto a 2024, designaciones polémicas en la dirección médica del hospital, más un bono no remunerativo de $300.000 para residentes, considerado insuficiente.

Y mientras tanto, La narrativa oficial intenta mostrar el conflicto como una exageración o una operación política, pero lo que se ve en las calles, no cabe dudas, es otra cosa.

 

Trabajadores y médicos del Garrahan marcharon a Plaza de Mayo reclamando  mejoras salariales | PerfilFamilias agradecidas, profesionales agotados, una comunidad que defiende el hospital como si fuera su propia casa y miles de historias de vida, porque el Garrahan, a marcado con fuego y mucho amor a miles de familia haciendo que nuestra salud pública este en lo más alto de la institucionalidad.

El desastre que están haciendo tanto en la macro, como en la microeconomía” cobra sentido aquí, porque el Garrahan, no es una estadística, es el lugar donde se salvan vidas como la de Canela, y cuando se desfinancia, se desangra el país desde adentro.

Canela Burguéz manifiesta sin titubear “Ellos salvaron mi vida” pero hoy, el hospital que la salvó la vida está en emergencia.

Más de 500 camas con pacientes graves, 250 internados en cuidados moderados, 110 en terapia intensiva, y a todo esto le sumamos 450 consultas diarias.

Los médicos de planta no dan abasto, el Garrahan funciona solo por la voluntad y el apego a la vocación de sus trabajadores. $2930 la hora. 68 horas semanales. Diez años de formación. ¿Eso vale una vida salvada?

El Gobierno responde con conciliación obligatoria, silencio y amenazas. Mientras tanto, la salud pública se desangra, y los niños que dependen de ella quedan al borde del abandono, y en medio de esta crisis, algunos intentan vestir el ajuste con ropajes místicos, hablan del Éxodo, y de Moisés, y de la Torá, pero Argentina no es el desierto bíblico, ni su pueblo una parábola importada. Somos un país católico, latinoamericano, con raíces en la solidaridad, el trabajo y la justicia social, no necesitamos profetas del mercado ni analogías sacras para justificar el sufrimiento.

El Garrahan no es una metáfora. Es un hospital. Es vida. Es patria.

Cuando el poder se encierra en dogmas y desprecia la realidad, lo que queda es el olvido. Pero la memoria de quienes luchan, curan y cantan como Canela, es más fuerte que cualquier relato.

 

El Garrahan no se gestiona con Excel, se sostiene con humanidad

Mientras miles marchan en defensa del Hospital Garrahan, el ministro Mario Lugones afirma que “el problema nunca fue solo de recursos, sino de gestión y eficiencia”. Habla de “curros legales”, de “reordenamiento”, de un presupuesto que según él, aumentó un 274%, 124 puntos por encima de la inflación.

Mario Lugones aseguró que el Hospital Garrahan "crece con mérito y eficiencia"Lo cierto, es que Mario Lugones se hace un poco el distraído y  evita mencionar lo esencial: 500 camas o más con pacientes graves, otro tanto de pacientes  internados en cuidados moderados, 110 en terapia intensiva sin olvidar que todo los días, llegan y llegan cientos de  consultas que ponen a prueba a cualquier ser humano.

¿Cómo se atiende eso con sueldos que no cubren la canasta básica?

La Fundación Soberanía Sanitaria contradice sus cifras: el presupuesto real cayó un 54% en términos ajustados, y los médicos denuncian que solo la vocación mantiene en pie al hospital, mientras el Estado se ausenta de las mesas de negociación.

La narrativa oficial busca culpables, no soluciones.

Se habla de eficiencia como si fuera una fórmula mágica, pero la eficiencia sin recursos es solo precarización.

Se acusa al pasado, se invoca el “plan platita”, pero se ignora el presente, donde los médicos no tienen otra salida y deben renunciar si quieren sobrevivir y escaparle a salarios que no sobrepasan los $2930 la hora, más una amenaza real de colapso asistencial.

El Garrahan no es una empresa, es un símbolo de lo que Argentina puede ser cuando el Estado cuida.

Pero ya tenemos muy en claro que Milei y toda su comitiva no vinieron a cuidar al estado, sino a destruirlo «Soy un topo que viene a destruir todo desde adentro dijo el presidente en una entrevista televisada»,  lo cierto es que hoy el símbolo de nuestra salud pública está siendo desmantelado por quienes lo usan como trofeo político mientras desoyen los gritos de sus trabajadores.

¿Ustedes saben que hay un grupete de jóvenes muy bien pagos que hacen el trabajo de Troll, o, mejor dicho, punteadores, odiadores, y estúpidos al servicio de una falsa libertad y las fuerzas del cielo?.

¿Cuánto ganan personajes como el Gordo Dan que dedica su vida al arduo trabajo de insultar, amenazar y disciplinar, a todos aquellos que piensan distinto al gobierno de Milei?, les aseguro que mucho más que los miserables $797.000 que hoy gana un medico con 10 años de antigüedad en el Garrahan.

 

Teresa Alfaro, enfermera y delegada de ATE, lo dijo sin rodeos, “Al Gobierno no le interesa nada, pasa la motosierra y acá hay solo niños internados”.

El vocero presidencial Manuel Adorni aseguró en su momento que el Garrahan “no está desfinanciado” y que el conflicto responde a “privilegios administrativos” y a la implementación de un sistema biométrico. Claro que la realidad del garrahan tiene otra pintura que muestra un cuadro muy destino al que Adornis pretende mostrar, y en consecuencia,  los niños siguen llegando, los médicos siguen agotados, y el Estado sigue ausente.

El Garrahan no necesita eficiencia contable. Necesita humanidad.

Mientras el Hospital Garrahan se sostiene con sueldos de $620.000 para enfermeras y $750.000 para médicos, y enfrenta una demanda diaria de más de 800 pacientes, el presidente Javier Milei gastó más de $2.300 millones en viajes al exterior. ¿A dónde fue? A recibir premios, presentar libros, participar en cumbres de millonarios y conferencias ideológicas. ¿Quién lo acompañó? Su hermana Karina Milei, en 23 de los 24

Viaje a Idaho: $33 millones y $376.000 dólares para asistir a una cumbre privada.
Viaje a París: $25 millones y $343.000 dólares para una visita sin agenda oficial clara.

Mientras tanto, los médicos del Garrahan renuncian, los niños esperan atención, y el gobierno responde con conciliación obligatoria y discursos sobre eficiencia, pero la eficiencia no cura, la motosierra no salva vidas, y los trolls como el “Gordo Dan” cobran cifras que superan ampliamente el sueldo de quienes podrían salvarle la vida a tu hijo.

Plata hay, pero no para la salud, no para los que entregaran sus vidas para que tu vivas. Los que curan son menos importantes en la realidad de los libertarios.

 

La motosierra no corta privilegios. Corta derechos.

  • Se desmanteló el Instituto Nacional del Cáncer.
  • Se suspendieron programas de VIH, tuberculosis y hepatitis.
  • Se eliminaron 1.400 contratos en el Ministerio de Salud.
  • Se dejó sin cobertura a miles de jubilados del PAMI.
  • Se cerraron guardias, se suspendieron cirugías, y más de 200 médicos fueron despedidos.

 

Es muy claro que apuntaron con sus garras a un centro neurálgico de nuestro país. La salud no es un privilegio, es el derecho a la vida, el derecho a nuestra identidad, el derecho a gritar con fuerza  Argentina no monetiza la existencia, la abraza, la salva.

Los héroes que dieron sus vidas luchando por un sistema de salud integral y solidario parecen olvidados, borrados de los discursos que hoy celebran el recorte como virtud.
Si nuestro sistema de salud agoniza, Argentina también lo hace, porque no hay patria sin cuidado, no hay soberanía sin cuerpos protegidos, no hay libertad si el dolor se privatiza.

 “La salud no se ajusta. Se honra. Se defiende. Se recuerda.”

Hoy el Garraha marchó entre medio de los hombres y mujeres uniformados que estuvieron listo para reprimir cuando la orden fuera dada, entre medio de políticos indiferente que buscan proteger su ineficiencia, en vez de buscar una salida.

Esta muy claro, es más importante abrazar la bandera de Israel que nuestro símbolo patrio, es más importante tener especialistas del odio que hombres y mujeres con bata blanca y texto copio en el cuello.

Javier Milei habló de la crisis del Garrahan, la economía del país y  confirmó su visita al Papa | Perfil

Para Milei, las residencias en otros países no son rentadas y hasta pagan por hacerlas y con esta mirada tan particular, queda en claro que no hay más que decir, porque Milei ya lo dijo todo, lo que resta es interpelar, lo que resta es ganar las calles y defender a la salud pública porque claro, nos va la vida en ello y esto no es una analogía, es textual.