Brasil propuso un acuerdo de libre comercio con Palestina que desconcertó a los argentinos y recordó el intento de golpe a Lula en medio de la cumbre de Milei con Bolsonaro.
La delegación argentina que participa en la cumbre del Mercosur, encabezada por la canciller Diana Mondino, tuvo varias fricciones con la comitiva brasileña, dejando expuestas las líneas que dividen a los socios más grandes del bloque.
Según pudo saber, los funcionarios argentinos estaban preocupados por que los demás países pudieran incluir algunos «cambios» de último minuto en la declaración conjunta.
Como es tradición en las reuniones del Mercosur, si no hay consenso entre sus miembros, no hay declaración. Eso podría pasar al cierre de la cumbre si Argentina y Brasil no se ponen de acuerdo. Los choques entre ambos países, con el desencuentro entre Javier Milei y Lula da Silva como telón de fondo, comenzó con la defensa que hizo Mauro Vieira, el ministro brasileño de Exteriores, de la democracia en Bolivia.
Era una indirecta a Argentina, sobre todo por las acusaciones de Milei, que había calificado de «fraude» el intento de golpe a Luis Arce. Pero la comitiva argentina ya estaba molesta por la firma del acuerdo de coproducción cinematográfica y audiovisual, cuando Milei está en plena guerra con esa industria y con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). «El INCAA ya no existe», ironizaba uno de los miembros de la delegación.
La incomodidad entre los argentinos se hizo más evidente cuando Vieira empezó a hablar del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y Palestina, que debería «entrar en vigor en el mes de agosto». Desde el equipo de Mondino dijeron a este medio que ni siquiera sabían por qué el canciller de Lula había traído ese tema a colación e incluso desconocieron el acuerdo en sí.
Miembros de la delegación argentina también comentaron que si en el comunicado conjunto no aparecía Israel junto a Palestina, el país no iba a firmarlo. «O los dos o ninguno porque se enoja el jefe», le comentó un integrante de la comitiva a otro mientras repasaban los puntos que se discutieron en las mesas técnicas.
Javier Milei expuso en Camboriú y consideró que Jair Bolsonaro es un perseguido judicial
Mondino confirmó que existen algunas discrepancias entre los socios del Mercosur. «Es vital mantener el respeto a nuestra Constitución. Nosotros no podemos admitir diferencias entre ciudadanos», dijo la canciller argentina, aunque no aclaró si se refería a cuestiones de género, como sucedió en la última asamblea general de la OEA, también celebrada en Paraguay, donde Argentina intentó frustrar la resolución sobre derechos humanos por el mismo tema.
También dijo que eran muchos los temas a abordar en la declaración y que las delegaciones tenían que asegurarse que las palabras reflejaran los intereses de cada país. «La declaración está prácticamente aprobada», señalaron desde el entorno de Mondino.
Sin embargo, el canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano había pedido un esfuerzo a las delegaciones: «Queda un artículo del comunicado conjunto. Pido la mejor voluntad porque si no vamos a quedarnos sin declaración y sería lamentable que la integración no pueda superar la redacción de un párrafo».
En Argentina no atribuyeron la falta de entendimiento al impasse con Brasil y prefirieron enfocarse en que once delegaciones, entre miembros plenos y asociados, estaban intentando consensuar un documento. Pero tampoco conformó la respuesta que Mondino dio a un reducido número de periodistas sobre la ausencia de Milei. En palabras de su canciller, el presidente argentino no viajó a Asunción porque no le daba el «tiempo físico» para estar en el acto del Pacto de Mayo, que recién se hará el martes.
Mondino dijo que el faltazo de Milei no tenía que ver con la presencia confirmada de Lula, porque el brasileño «tampoco está acá ahora que yo sepa». La cumbre de presidentes es recién mañana lunes. Pero lo cierto es que mientras los cancilleres del Mercosur estaban reunidos en Asunción, Milei volvía a cargar contra Lula en Camboriú, acompañado por su amigo Jair Bolsonaro.
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