Hasta ayer a la anoche, el jefe de Estado argentino seguía sin poder comunicarse. El republicano, sin embargo, habló con pares regionales como Sheinbaum y Bukele.
El presidente Javier Milei sigue en la dulce espera porque el mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump seguía sin atenderle el teléfono bien entrada la noche del jueves. En Casa Rosada todos consideran y alardean con que el flamante presidente republicano es «amigo» de la gestión «libertaria» y hasta dicen que Milei tendrá un trato especial de Estados Unidos por estar completamente alineado bajo su ala. Sin embargo, por más que el argentino desde el miércoles no dejó de mandarle mensajes, publicó un texto plagado de felicitaciones en inglés y hasta le grabó un video, el republicano sigue sin prestarle atención y sin responderle. Trump, en cambio, sí tuvo tiempo para hablar con otros líderes de la región: la tarde del jueves se comunicó con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, una mandataria que está en las antípodas de su posicionamiento ideológico, y hasta con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, un país mucho más pequeño que La Argentina, que tiene poco más de 6 millones de habitantes.
Más allá de que Trump ignoró a Milei el día de su triunfo, y también el día siguiente, el presidente argentino considera que él será para la Casa Blanca un referente muy importante en la región. De hecho, está tan entusiasmado con el triunfo del republicano que sus colaboradores más cercanos, por más que aún Trump ni siquiera se haya comunicado con él, le están organizando dos viajes a Estados Unidos.
La fecha para realizar el primer viaje podría ser la semana que viene. Pero lejos de un recibimiento especial como se imaginaban en la Casa Rosada, parecería que Milei deberá intentar asistir a la nueva edición de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se realizará el 14 y 15 de noviembre en Mar-a-Lago, la residencia de la que el flamante presidente de Estados Unidos es dueño en Palm Beach, para ver si logra tener allí algún tipo de contacto.
La foto de los 38 millones
En febrero de este año el estado argentino ya le pagó a Milei un viaje de 38 millones de pesos para que él pueda sacarse una foto con Trump. El Presidente argentino logró estar con el republicano cerca de un minuto y medio en el marco –también– de la Conferencia de Acción Política Conservadora, pero que en ese caso se había desarrollado entre el 21 y el 24 de ese mes en Maryland.
Otra de las dudas es si Milei viajará o no a la asunción de Trump que será el 20 de enero en Washington. Más allá del deseo irrefrenable de Milei, el flamante Canciller Gerardo Werthein, ante la consulta de si el jefe de Estado irá o no a la asunción, respondió tajante: «No». Luego, explicó que «a la asunción presidencial no se invitan presidentes. La regla de EE. UU. es que solo se invitan a ese evento a miembros del cuerpo diplomático». Además, Werthein añadió que «EE. UU. tiene como norma –eso no quiere decir que siga– que al primero que recibe el presidente electo es a Canadá y el segundo México, aunque probablemente Trump cambie muchas cosas».
Sobre las fechas de los posibles viajes que quiere hacer el mandatario argentino, Werthein agregó el miércoles por la noche que «todas las opciones están abiertas, pero a mí no me gusta hacer futurología. Vamos a esperar que los dos presidentes hablen, que tengan un diálogo, y de ahí construir». Ese diálogo, hasta el jueves a última hora, seguía sin existir.
Trump sí se acordó de otros presidentes de la región
Mientras Milei seguía esperando el llamado con el teléfono en la mano, aprovechó todo el miércoles y el jueves para compartir y retwittear, casi sin parar, halagos y mensajes a favor de Trump y fotos y dibujos junto a él. El nuevo presidente de Estados Unidos, sin embargo, seguía sin aparecer. Trump sí se tomó el tiempo, sin embargo, para llamar a otros mandatarios de la región, que consideró prioritarios.
Primero lo hizo con Claudia Sheinbaum, de México. La presidenta de ese país compartió, cerca del mediodía del jueves, un posteo en sus redes sociales en el que se la veía hablando y lo acompañó de un texto que decía: «Tuvimos una llamada muy cordial con el presidente electo Donald Trump en la que hablamos de la buena relación que habrá entre México y Estados Unidos».
Sheinbaum es del partido político Morena, del que también forma parte el expresidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador. AMLO fue muy criticado por Milei por estar en las antípodas de su pensamiento ideológico. El «libertario» supo calificar al referente y fundador de Morena como «ignorante, patético, lamentable y repugnante”. Su amigo Trump, sin dudas, decidió tener otro trato con los mexicanos.
Una hora más tarde, pasadas las 14, también subió un posteo en X el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. En el escrito, el mandatario de ultraderecha anunció que había hablado por teléfono con Trump y contó que, además de felicitarlo por la «contundente victoria», conversaron «sobre el fuerte mandato que recibió del pueblo estadounidense y la importancia que tiene su elección para el mundo».
El diálogo con Bukele no fue escueto, Trump se tomó tiempo para hablar con él y, según contó el salvadoreño, «tuvimos una conversación interesante sobre su podcast strategy, la bala que casi lo mata, la gente increíble que lo rodea, los efectos a veces dañinos de los fondos de ayuda estadounidenses, las ONG respaldadas por Soros y nuestro compromiso compartido de abordar los desafíos que tenemos por delante». «Que Dios bendiga su administración», finalizó.
El escrito del presidente de El Salvador, al igual que el texto que publicó Milei de manera casi inmediata después del triunfo de Trump, fue publicado en las redes sociales en inglés. Sheinbaum, en cambio, prefirió el idioma de su país, el castellano.
Mientras Milei seguía esperando la comunicación, el republicano prefirió conversar con su par de Canadá, Justin Trudeau; de Francia, Emmanuel Macron; de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; y de Dinamarca, Mette Frederiksen.
¿Cómo sigue la agenda presidencial?
En cuanto a la agenda internacional de Milei, mientras en Casa Rosada esperan ansiosos que Trump se acuerde de ellos, el flamante canciller Werthein tendrá que terminar de organizar la visita que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que haría a la Argentina antes de la cumbre del G20, que se desarrollará el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro- Brasil. Milei también viajaría para participar de ese importante evento.
En el marco de la cumbre del G20 en Río, también trascendió que vendrá al país la presidenta de Italia, Giorgia Meloni, con quien Milei tenía planificado un almuerzo en la Quinta de Olivos el día 20 de noviembre. Más allá de lo que estaba planeado, la euforia por Trump del Presidente, y los posibles viajes para intentar tomar contacto con él, pueden llegar a cambiar todo.
Otra incógnita, además de qué pasará con la agenda internacional del presidente argentino, está vinculada con quién será el reemplazo de Werthein frente a la embajada de la Argentina en Estados Unidos. Por ahora, desde Casa Rosada no confirman ningún nombre y dicen que siguen «analizando perfiles».
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