El abogado que representa a la familia sostuvo que todavía no se pudo determinar el móvil del homicidio, aunque confía en el trabajo de la Justicia.
Creyeron que había fallecido pero en realidad lo asesinaron
Uno de los ejes de la pesquisa es tratar de confirmar si Wolfenson recibió alguna visita el día previo al hallazgo de su cadáver, tal como le anunció a su empleada doméstica. El dato surgió de la declaración testimonial de la empleada que, en principio, fue la última persona en verlo con vida el jueves pasado por la tarde, cuando como todas las semanas fue a trabajar al domicilio.
La empleada doméstica declaró ante los investigadores que ese jueves Wolfenson, un asesor de empresas dedicadas a sistemas energéticos y experto en baterías de litio, le pidió que limpiara porque iba a recibir “visitas”, por lo que el fiscal intenta establecer si esa o esas personas que el jubilado esperaba realmente llegaron al domicilio y si puede estar relacionado al asesinato.
Allegados a la víctima contaron luego que la empleada doméstica «hacía menos de un mes» que trabajaba en la casa del ingeniero y explicaron que el fin de semana uno de los hijos de la víctima tenía pensado ir a visitar a su padre, por lo que tampoco se descarta que esa «visita» a la que hizo referencia la empleada posiblemente sea la que iba a realizar su hijo.
Otro dato que es materia de investigación es una sábana que los pesquisas encontraron ya lavada en el tambor del lavarropas, y que la empleada aseguró que ella no la puso allí, sino que estaba colocada en uno de los cuartos que preparó. También se analizan las cuentas bancarias del ingeniero jubilado, ante la posibilidad de detectar algún movimiento sospechoso.