La mayoría de los consultores cree que el candidato de La Libertad Avanza tiene cerca de un 36 por ciento de apoyo y que Sergio Massa subió un par de puntos y ronda el 30 o 31 por ciento. En ese escenario, ambos competirían en un balotaje. Patricia Bullrich quedaría en un tercer puesto, con un 24 por ciento de intención de voto.
La mayoría de los consultores en campañas electorales dicen que a principios de septiembre se produjo un punto de inflexión en la carrera presidencial. Después de las PASO, Javier Milei empezó a subir y para algunos llegó hasta el 38 y 39 por ciento de los votos. Sin embargo, en los últimos doce días, no sólo no siguió creciendo, sino que perdió dos y hasta tres puntos. En promedio, los consultores registran un 36 por ciento de intención de voto para Milei.
El diagnóstico en el que hay mayor coincidencia es que Sergio Massa subió un par de puntos y que, hoy por hoy, con algo más del 30 o 31 por ciento, entraría en un balotaje contra el candidato de La Libertad Avanza (LLA). De todas maneras, el cuadro de situación es cambiante y hay muchos factores que pueden alterar las cosas en un sentido o el otro. Página/12 dialogó con casi una decena de consultores -que prefirieron opinar en off the record, porque tienen estudios en marcha y prefieren esperar los resultados de esos trabajos.
Los vasos comunicantes entre Milei y Bullrich
La mayoría de los encuestadores ven vasos comunicantes entre Milei y Patricia Bullrich. Cuando Milei baja, Bullrich sube. Y viceversa. De manera que a partir del punto de inflexión de principios de septiembre hay una leve suba -dos o tres puntos- también de la candidata de Juntos por el Cambio (JxC), que igualmente sigue en el tercer puesto: le adjudican unos 24 puntos de intención voto.
Como se sabe, el problema de Bullrich es que sólo retiene una parte de los votos de Horacio Rodríguez Larreta y perdió una porción de lo obtenido el 13 de agosto a manos de Milei. Es en ese marco -la caída de LLA- que recuperó algo de lo perdido.
Nuevos factores en la campaña
Los consultores piensan que hay una nueva situación producto de distintas razones:
- Hay ciudadanos que empiezan a ver los errores de Milei. No tanto los de las últimas dos semanas, sino referidos a las declaraciones anteriores.
- El candidato de LLA dejó de tener la protección evidente de los medios alineados con JxC, que durante meses y meses lo glorificaron como instrumento para pegarle al oficialismo.
- Después del 13 de agosto, hubo un impacto de ese primer lugar obtenido por Milei. Eso le sumó votantes por una especie de efecto espuma. Los consultores afirman que no es ilógico que la espuma baje y que JxC recupere una parte de esos apoyos.
- El factor miedo juega su papel. No es lo mismo cuando se lo veía a Milei como un voto protesta que cuando realmente se afronta la posibilidad de que gobierne, con todas las medidas de las que habla: arancelar la educación, los hospitales públicos, dolarizar, ceder Malvinas, ir contra la despenalización del aborto, la libre obtención de armas, la venta de órganos y tantas otras propuestas más que polémicas.
Arenas movedizas para las encuestas
Por supuesto que el estado de situación es muy cambiante y muchas cosas se pueden alterar en los días que quedan hasta el 22 de octubre:
- Toda la cuestión económica, en especial la inflación, golpean en el electorado. Hay que ver si eso frena la suba de Massa o si se compensa con las medidas que está tomando el ministro.
- También jugará un papel determinante si el peronismo -gobernadores e intendentes- fortalece la intensidad de la campaña.
- Habrá que ver qué ocurre con JxC, que afronta una sórdida interna y las ambigüedades de casi todos los integrantes, en especial de Mauricio Macri. La propia Bullrich exhibe debilidades pocas veces vistas en su discurso y sus explicaciones. Tampoco está claro si el ingreso de Carlos Melconian le significará un salto adelante.
- Las idas y vueltas del propio Milei, sus cambios de postura y la morigeración de las propuestas tal vez debiliten algunos apoyos. Pero es posible que se haga todavía mayor el factor miedo al libertario en la Casa Rosada. A esto se agrega que, con el correr de la campaña, los medios alineados con el macrismo se verán en la obligación de pegarle todavía más y más.
- Hay un factor que tradicionalmente fue de difícil diagnóstico para las encuestas: los que no fueron a votar en las PASO y lo hacen en las generales. Son personas poco politizadas y muy renuentes a contestar encuestas. Según sostienen quienes hicieron sondeos en las últimas semanas, creció mucho la voluntad de votar. Eso sumará varios millones de personas en los comicios generales.
- La otra duda tiene que ver con la capacidad de las encuestas de detectar el voto a Milei. Por ejemplo, los jóvenes de sectores más bien humildes. Cuando se hace una muestra, se pregunta por el voto anterior, es decir el voto en agosto. Y la muestra tiene que tener la proporción -30 por ciento- de votantes del libertario de las PASO. Aun así, hay que ver si los sondeos registran nuevos votantes de LLA.
Más allá de todos los condicionantes a tener en cuenta, lo cierto es que parecería haber un cierto cambio de tendencia. Para la mayoría de los encuestadores, la realidad actual es que se caminaría hacia un balotaje competitivo entre Milei y Massa. Bullrich está tercera, pero con ese leve crecimiento registrado desde principios de mes. Para el resto de los consultores, el libertario se mantiene en el 40 por ciento, unos puntos más o unos puntos menos que lo necesario para ganar en primera vuelta.
Todavía hay mucho camino por transitar, dos debates presidenciales y una campaña electoral que puede parecerse bastante a una montaña rusa.
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