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Racing le ganó 2-1 al puntero Lanús y le sacó el invicto

Matías Rojas y Gonzalo Piovi marcaron los goles para la Academia: Raúl Loaiza había empatado el partido transitoriamente.

Racing Club derrotó a Lanús por 2 a 1, en el Cilindro de Avellaneda, por la quinta fecha de la Liga Profesional: Matías Rojas y Gonzalo Piovi le dieron el triunfo a la Academia, que logró su primera victoria jugando como local; Raúl Loaiza convirtió para el Granate, que no pudo alejarse en la cima.

Estos son los partidos que tiene que ganar Racing, o cualquier equipo que tenga aspiraciones de pelear un campeonato. Por momentos jugando bien, por momentos con nada de sobra, lo cierto es que los de Avellaneda de a poco vuelven a ser ese equipo competitivo.

En el trámite, el partido entregó lo que prometía. Porque la Academia siempre busca jugar con la pelota por el piso y atacar con mucha gente, lo que también lo deja muy abierto y expuesto a contrataques rivales. Y el Grana de Kudelka también había demostrado que en cualquier cancha busca ser protagonista, aunque el objetivo sea lastimar por transiciones rápidas.

Después, claro, la jerarquía individual termina pesando y definiendo partidos. Y Racing tiene de sobra como para abrir un encuentro que le sienta adverso. Si hay algo en lo que este equipo mejoró es aprender a cerrar los partidos y saber jugar con la ventaja en el resultado tanto ofensiva como defensivamente.

El local de entrada salió a buscar el gol, y luego de tres tiros libres muy claros de Matías Rojas, el propio volante paraguayo logró mover el marcador con un zurdazo que, desvío mediante, se le metió cerca del ángulo a Lucas Acosta a los 26 minutos del primer tiempo. Pero una vez más, el gol aplacó a la Academia.

Y Lanús, bien plantado en el medio, pero sin generar peligrosidad en ataque, llegó a la igualdad sobre el final en una jugada sucia a la salida de un tiro libre que Loaiza definió. El 1-1 hacía avizorar un partidazo para el segundo tiempo, pero terminó siendo más de ida y vuelta y de pierna fuerte que de juego limpio, con la pelota circulando por el piso.

A los 13′ del complemento, Gonzalo Piovi agarró la pelota y ejecutó un tiro libre en posición de diestro: con un sutil remate cruzado la colgó de un ángulo y se ganó la ovación de todo el estadio. Pero esa obra de arte fue demasiado para un deslúcido segundo tiempo, donde el visitante se animó -el resultado lo obligaba- pero no logró ser la marea ofensiva de las primeras fechas.