El crack brasileño Neymar Junior fue reemplazado a falta de diez minutos ante Serbia por una fuerte dolencia y no pudo evitar las lágrimas. Hay preocupación.
No todo fueron bailes y festejos en el debut de Brasil por el Grupo G de la Copa del Mundo. La contundente victoria por 2-0 frente a Serbia se vio opacada en el cierre del partido por un fuerte dolor de Neymar Junior en el tobillo derecho que lo obligó a salir y romper en llanto en el banco de suplentes, generando gran preocupación por una posible lesión que lo aleje del Mundial.
El desconsuelo de la figura brasileña, con la cabeza metida en la camiseta, sentado en el banco con hielo en su tobillo mientras el cuerpo médico revisaba la zona, encendió las alarmas del mundo del fútbol. Es que Ney ya pasó por una fuerte lesión en 2014, no estuvo al cien por cien en el pasado Mundial, también por inconvenientes físicos, y temen que pueda quedarse sin jugar el resto de la competencia, sobre todo por la imagen que dejó.
El momento en el que Tite y todo Brasil quedó paralizado fue a los 80 minutos, cuando el crack de la Verdeamarela pidió el cambio por una entorsis en el tobillo derecho tras una fuerte barrida del defensor serbio Nikola Milinkovic.
El 10 brasileño salió del campo con muecas de dolor (fue reemplazado por Antony) se sentó en el banco de suplentes y no pudo evitar las lágrimas incontenibles. Ahora tendrá que realizarse estudios y esperar el parte médico para saber cómo continúa.
El cuerpo médico brasileño llevó tranquilidad al informar que la lesión no parece grave, pero uno de sus integrantes aseguró que recién en 24 o 48 horas podrá conocerse el diagnóstico definitivo.
El próximo partido de la Selección de Brasil será el lunes a las 13 horas frente a Suiza, que derrotó a Camerún en el otro partido del Grupo G.
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