El equipo dirigido por Hugo Ibarra venció por la mínima al «Millonario» con un testazo del delantero «Xeneize» y quedó a dos puntos del líder Atlético Tucumán. River fue una sombra.
Boca venció a River como local por 1 a 0 en el superclásico de la 18va. fecha de la Liga Profesional, en la que quedó a dos puntos del líder Atlético Tucumán, con gol de cabeza de Darío Benedetto a los 20 minutos del segundo tiempo.
El delantero marcó el gol del encuentro en una Bombonera repleta que celebró con énfasis un nueva victoria clásica, luego de seis encuentros sin poder hacerlo en condición de local.
Con este triunfo, Boca alcanzó los 32 puntos y aprovechó el empate del puntero Atlético Tucumán (34) y la derrota de Gimnasia (33). Por su parte, River (29) sigue expectante, pero dejó pasar una gran oportunidad de acercarse a los de arriba.
El primer tiempo del partido dejó una imagen pálida a los ojos, porque ninguno de los dos pudo imponerse en el juego, cometieron errores y el fútbol estuvo ausente. Hubo espacios en el medio, pero fue luchado en las áreas.
River sorprendió con los cambios generados por el DT Marcelo Gallardo desde el inicio. El «Muñeco», generalmente, suele tener este tipo de acciones en la previa de un partido importante. Sin embargo, a River le faltó fútbol y por momentos fue un equipo «largo».
Enzo Pérez trabajó a destajo y un irregular Nicolás De La Cruz. Además, el colombiano Juan Fernando Quintero solo tuvo incidencia en una pelota detenida. A los 6 minutos de juego, Quintero (salió en el segundo tiempo por una molestia) ejecutó el tiro de esquina que encontró la cabeza de Matías Suárez, uno de los que volvieron al equipo titular, y motivó la gran atajada de Agustín Rossi.
Esa fue la única llegada clara de peligro en toda la primera parte, porque Boca insinuó más de lo que concretó. Empezó bien, con presión en ataque, pero sin conexión de juego. Además, River, con su línea de cinco para defender, anuló las proyecciones de Luis Advíncula y Frank Fabra.
Para el segundo tiempo, River cambió, quedó con cuatro en el fondo, donde Paulo Díaz jugó como lateral por la derecha, para volver al esquema que venía utilizando en el torneo, con un mediocampo más combativo a través del ingreso de Rodrigo Aliendro.
El ex Colón duró poco en la cancha, a raíz de un golpe que derivó su pronto reemplazo y cierta preocupación por su estado de salud.
En la segunda etapa, el clásico se hizo áspero, con varias tarjetas amarillas exhibidas por el árbitro Darío Herrera, pero Boca sacó partido de su mejor momento, en una ráfaga.
A los 18 minutos, Franco Armani se lució cuando desvió con mano derecha el remate de Guillermo «Pol» Fernández. En la jugada siguiente, se produjo el único gol de la fría tarde-noche en La Bombonera.
Benedetto se elevó, tras el tiro de esquina ejecutado por Ramírez, y le ganó a Emanuel Mammana y Javier Pinola. El «9» xeneize lo festejó trepándose al alambrado, a manera de desahogo, en un partido donde había marcado diferencias.
A falta de 15 minutos, el técnico Hugo Ibarra dispuso cambios para cuidar la mínima ventaja, en la búsqueda de aprovechar algún error de River.
El equipo de Gallardo estuvo falto de rebeldía, lució impreciso y sin ideas en ataque. El intento por modificar la fallida alineación del inicio no pudo ser subsanada. Los cambios no le dieron resultado al «Millonario» que sólo atinó a enviar centros que Rossi descolgó sin inconvenientes. A veces apeló a los remates de media distancia, pero tampoco ofrecieron soluciones.
Boca, con poco, ganó su cuarto encuentro en hilera y se quedó con otro Superclásico que lo entona para lo que viene. Para River se abre un interrogante con una derrota que lo mostró escaso de reacción.
En la próxima fecha, Boca visitará al último, Lanús, inmerso en una gran crisis deportiva e institucional, mientras River buscará recuperarse ante Banfield en Núñez.
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ENFRENTAMIENTOS ENTRE HINCHAS DE BOCA Y LA POLICÍA ANTES DE COMENZAR EL SUPERCLÁSICO
Una serie de incidentes se registraron una hora antes de empezar el superclásico cuando se enfrentó un grupo de hinchas de Boca Juniors con las fuerzas de seguridad en las puertas de acceso 11 y 12 del estadio Alberto J. Armando.
Los disturbios duraron varios minutos, con corridas que no provocaron personas heridas ni tampoco detenidos.
Los socios habían llegado en forma anticipada para tener un ingreso tranquilo, como lo habían pedido las autoridades del club, pero sin embargo una insólita situación terminó en incidentes entre estos y la policía.
En el ingreso de las populares se había corrido el rumor de que se iban a cerrar las puertas del estadio ya que la bandeja media que da a Casa Amarilla, donde va la «12», estaba colmada y la parte inferior también.
Eso hizo que aparecieran los inesperados empujones que generaron un ambiente de tensión provocando la intervención policial con gases y reprimiendo a los hinchas que pugnaban por entrar, describieron fuentes de las fuerzas de seguridad.
La comisión directiva de Boca había dispuesto para este partido un filtro por el cual los socios tenían que haber asistido a seis de los últimos nueve encuentros disputados como locales.
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