«Del flan al default: el modelo Milei cruje entre intervenciones y fantasías» ¿Y el dolar? El dólar no flota

En una semana marcada por el temblor institucional y financiero, el presidente Javier Milei desembarcó hoy en Córdoba con la promesa de que “La Libertad Avanza o Argentina retrocede”, pero mientras en el Parque Sarmiento se lanzaba la campaña legislativa con arengas violetas y promesas de reformas tributarias y laborales, el Banco Central quemaba US$678 millones en una sola jornada para contener una divisa que, lejos de flotar, se hunde en un mar de intervenciones.

 

Por Jesús Marcelo Delise [email protected]

 

Esta semana, el Banco Central vendió US$1.110 millones en tres días, incluyendo US$678 millones solo el viernes, en un intento por defender el techo de la banda cambiaria, es la mayor intervención desde octubre de 2019 y desde que se eliminó el cepo en abril.

“Hasta el último dólar”: el Banco Central vendió US$ 678 millones y en tres jornadas liquidó US$ 1100 millones de sus reservas

El dólar oficial alcanzó los $1.515, marcando un récord histórico, el riesgo país trepó a 1516 puntos, el segundo más alto de América Latina después de Venezuela, los bonos soberanos cayeron y los mercados financieros muestran señales de desconfianza.

El ministro de Economía, Luis Caputo, lo dijo sin rodeos:Vamos a poner todos los dólares que hagan falta para sostener el tipo de cambio. La frase, que pretendía transmitir fortaleza, terminó confirmando lo que los mercados ya sabían, el dólar no flota, y quizás nunca lo hizo, lo que flota es la incertidumbre, y lo que se hunde es la credibilidad de un esquema que se autoproclama libre mientras se aferra a la intervención más agresiva desde 2019.

Caputo: "Vamos a vender hasta el último dólar para defender el techo de la  banda"

Desde la Bolsa de Comercio, Milei acusó a “el partido del Estado” de querer destruir su gestión. Ironizó con el “flan” de Alfredo Casero y prometió que el país “se pintará de violeta” en octubre, pero mientras el presidente apelaba a la épica libertaria, el Congreso le daba la espalda, rechazo al veto de la Ley de Financiamiento Universitario, a la Emergencia Pediátrica y a los ATN, la política, como el dólar, tampoco flota. Y cuando se hunde, arrastra consigo la gobernabilidad.

Por otro lado, Javier Milei volvió a encender los reflectores con una declaración que busca calmar a los mercados y proyectar solvencia: “Estamos muy avanzados” en las negociaciones con el Tesoro de Estados Unidos para obtener un préstamo que permita cubrir los vencimientos de deuda de 2026, por más de US$8.000 millones, pero lejos de disipar la incertidumbre, sus palabras parecen confirmar lo que muchos ya sospechan.

E dólar no flota, y el modelo libertario tampoco.

 

Javier Milei cuestionó duramente a Schiaretti en la Bolsa de Comercio de Córdoba: IVA al 42%Una economía sostenida por intervenciones

Mientras Milei hablaba de acuerdos internacionales, en tres jornadas, la sangría superó los US$1.100 millones, en lo que ya es la mayor intervención desde 2019, y el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo una frase sin eufemismos que vale la pena recordar tantas veces como sea necesaria  aunque parezca repetitivo, desde mi parte, me urge la necesidad de repetirla una y otra vez hasta el hartazgo   “Vamos a vender hasta el último dólar”. Una frase que, lejos de transmitir fortaleza, revela la fragilidad de un esquema que se autoproclama libre mientras opera con controles férreos y defensas desesperadas.

La idea de un préstamo directo del Tesoro estadounidense no es nueva, pero sí inusualmente ambiciosa, según Milei, las tratativas están avanzadas y se desarrollan con el equipo de Donald Trump, incluyendo al secretario Scott Bessent1, sin embargo, hasta ahora no hay confirmación oficial ni señales concretas desde Washington, y en un contexto global donde la prudencia financiera es la norma, cuesta imaginar que EE.UU. esté dispuesto a respaldar un experimento económico que se sostiene más en la retórica que en los resultados.

El mercado no compra discursos

El dólar oficial superó los $1.500, el riesgo país se disparó, y los bonos argentinos se desploman. La narrativa del “partido del Estado” que torpedea el plan libertario ya no alcanza para explicar la pérdida de confianza, los inversores no huyen por ideología, sino por números, y los números no mienten, el modelo está en crisis.

 

Lo que advierten los analistas

Economistas como Gabriel Caamaño y Ricardo Delgado señalan que el problema no es solo la venta de dólares, sino la desmonetización de la economía y la pérdida de confianza en el peso, la demanda de dólares no es para transacciones, sino para refugio. y eso, dicen, es insostenible.

La pregunta que sobrevuela en los despachos, los mercados y las calles, es si este modelo tiene margen para seguir, ¿Cuántos dólares más se pueden vender antes de que el ancla se convierta en lastre? ¿Cuánto más se puede tensar la cuerda institucional antes de que se rompa?

Hoy, Milei pidió “no aflojar”. Pero los datos aflojan solos, y si el Gobierno no cambia el rumbo, será la realidad la que lo obligue a hacerlo, porque en economía, como en política, los relatos pueden flotar un tiempo, pero los números, tarde o temprano, siempre tocan fondo.

“El dólar no solo no flota, sino que está a punto de estallar” y todo está a punto de irse al diablo por no decir a la mierda.

El esquema actual esté llegando a un punto de quiebre y lo que verdaderamente flota en el aire, si esto sigue así, es paliza en octubre y un posible gobierno de transición.