La Policía de Estados Unidos, desbordada en los ingresos al estadio, arrestó a varios hinchas en el primer anillo de seguridad. Los acceso colapsaron y hasta familiares de los futbolistas vieron demorado su ingreso.
Nadie se quería perder la final de la Copa América entre Argentina y Colombia. Y esa locura por estar sí o sí en el Hard Rock de Miami llevó a que se concentre mucho más hinchas de los que tenían entradas. Los incidentes empezaron pasadas las cinco de la tarde y el epicentro del descontrol fue la Puerta Sudoeste de la casa de los Miami Dolphins: Allí fue donde fanáticos de ambos seleccionados, aunque en su mayoría cafeteros, intentaron primero filtrarse por la zona de acceso de los periodistas acreditados y después comenzaron a trepar las vallas. La policía de Estados Unidos respondió como era esperado: represión y varias personas detenidas, además de que se generaron varias corridas en distintos accesos.
Por los incidentes, la Conmebol resolvió demorar el partido media hora. Y el acceso se terminó colpasando aún más: centenas de hinchas entraron en masa al estadio.
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