El Nuevo Frente Popular que lidera Jean Luc Melenchon fue la fuerza mas votada. La posibilidad de un acuerdo con Macron y la hipótesis de un bloqueo que agudice la crisis.
La izquierda liderada por Jean-Luc Mélechon ganó la segunda vuelta de las elecciones de Francia que definirán un nuevo gobierno y le puso un freno al ascenso de la ultraderecha de Marine Le Pen que muchos se apresuraron a dar por ganadora.
En un resultado que sorprendió por su amplitud el Nuevo Frente Popular de Mélenchon desplazó al tercer puesto a la fuerza de Le Pen y quedó cerca de los votos necesarios para formar gobierno. En segundo lugar se ubicó la alianza de centro del presidente Macron que tuvo una remontada importante del mal resultado en la primera vuelta del domingo pasado.
Según los primero números, la izquierda obtendría entre 160 y 215 bancas de los 577 escaños de la Asamblea Nacional; Macron que se quedaría entre 150 y 189 escaños y la Alianza Nacional de Le Pen alcanzaría entre 115 y 152 diputados.
Con estos números, podría darse un acuerdo entre la izquierda y el macronismo para llegar a los 288 necesarios para llegar al gobierno. Sin embargo, desde la colación de izquierda, el partido mayoritario La Francia Insumisa de Mélechon anticiparon un día antes de la elección que no estaba en sus planes llegar a un acuerdo con Macron. Pero claro, esto es política y todo puede cambiar ante la posibilidad de acceder al poder.
Giro sorpresivo en Francia: la izquierda pone un freno a la ultraderecha
Además, el otro partido que queda fortalecido con el resultado de este domingo es el histórico Partido Socialista que ahora lidera el ex presidente Francois Hollande que ya dejó en claro su intención de explorar un acuerdo con Macron.
El sistema francés no es parlamentario como Inglaterra, ni presidencialista como en Argentina sino semi-presidencialista. Eso significa que tienen un presidente elegido por elección directa, como fue el caso de Macron, y con posterioridad a la elección presidencial se votan los parlamentarios que conforman la Asamblea, que elige al primer ministro.
Conocidos los resultados, el primer ministro de Francia, Gabriel Attal, presentó su renuncia. Attal fue el candidato que lideró las boletas de Macrón e integra la generación de «jóvenes brillantes» que el presidente integró a su gabinete para contrarrestar el -hasta ahora- arrollador avance político de Joan Bardella, la estrella que impulsó Marine Le Pen.
Mélenchon celebró los resultados y destacó que los franceses lograron evitar «el peor escenario posible» de un triunfo de la ultraderecha y exigió a Macron que nombre a un primer ministro del Frente Popular. «Los resultados confirman la derrota del presidente y de su coalición, no intente escapar de esa derrota con subterfugios», le advirtió Mélechon.
Es que Macron es un experto en extraer agua de las piedras y podría tentarse con la idea de un acuerdo con sectores del Frente Popular como los socialistas de Hollande -cuyo gabinete integró como ministro de Economía- para darle sobrevida a su gobierno. Por eso, Macron pidió «prudencia» y festejó que su alianza «sigue bien viva».
En tiempos de normalidad institucional, el primer ministro y el Presidente responden al mismo proyecto pero en las crisis se da el fenómeno de cohabitación. Es decir, un presidente de un partido con un primer ministro de otro. En los papeles el primer Ministro es el que gobierna y arma el gabinete y el Jefe de Estado queda relegado a roles específicos de Defensa y Política Exterior, pero desde el hiperpresidencialismo de Sarkozy -que Macron amplió- ese diseño institucional esta diluído.
Un caso similar al de Macron fue el de Jacques Chirac luego de las grandes huelgas de 1995, cuando adelantó las legislativas. La mayoría fue los socialistas y quedó Chirac presidente con el socialista Leonel Jospin como primer ministro. En ese gobierno Mélenchon fue ministro para la enseñanza profesional.
Descartada las chances de un gobierno encabezado por el ultaderechista Bardella, los nombres que aparecen como posibilidad son la de Melenchon (por liderar el partido hegemónico de la coalición de izquierda), Francois Hollande (en una acuerdo entre el PS y Macron) o el actual primer ministro Attal, la posibilidad mas complicada de concertarse.
Otra hipótesis posible es que nadie llegue a la mayoría y la crisis se profundice. En ese caso, se debería esperar un año hasta que se convoquen nuevas elecciones, una estrategia que podría servirle a Macron para reforzar su liderazgo pero que podría agudizar el descontento social.
Como sea, el nuevo dato de la política francesa es el ascenso de Mélenchon, anticipado. Este profesor y periodista es un avezado conocedor de la política latinoaméricana y tiene un vínculo directo y bastante fluído con Cristina Kirchner.
Más historias
Lula publica video caminando y de buen humor tras su operación
Luis Lacalle Pou reconoció la derrota oficialista en el balotaje de Uruguay: «Llamé a Yamandú Orsi»
Donald Trump celebra una nueva victoria en EEUU: la Justicia cerró la causa por el asalto al Capitolio