Lissa de Bandana habló tras la internación de Lourdes y la detención de su expareja: «Tuve una corazonada»

La integrante de la agrupación que se formó en 2001 y mejor amiga de su colega no dudó en revelar por qué decidió denunciar a Leandro García Gómez.

«Lo hice a tiempo, tuve una corazonada», dijo Lissa Vera, en diálogo con Pablo Duggan para «Duro de Domar» (C5N), al ser consultada sobre qué sentía alrededor de lo sucedido y, específicamente, sobre su propia denuncia contra Leandro García Gómez, expareja de Lourdes Fernández de Bandana.

Cabe señalar que, en la noche de este jueves, Lourdes fue hallada con una sobredosis y en medio de una crisis de nervios en el departamento de su exnovio, quien había asegurado que ella no estaba con él. Por esta razón, se cree que el ahora detenido secuestró a la artista y la tenía amenazada de muerte.

En este sentido, la colega de la víctima dio su parecer al respecto: «Les soy sincera, tuve una corazonada, más allá de que todas son alarmas desde el 2022, desde que ella hace la primera denuncia en adelante, todas son banderas rojas. Yo no pude seguir aguantando y soportando verla sufrir de esa manera y justificando semejante barbarie de una persona que la tenía amenazada con que iba a matarla».

Lissa reveló cómo se dio cuenta que algo grave le pasaba a Lourdes

«En el grupo que tenemos con las chicas de Bandana, ella mandó un audio primero, hablando, no se le entendía absolutamente nada lo que decía. Dijo que tenía angina. Después, Virginia, muy preocupada, le pido por favor que mande un video para ver cómo estaba ella», comenzó relatando.

Y añadió: «Manda un video hablando y explicando que tenía angina, que no podía hablar ni abrir la boca. Y yo cuando tomo conocimiento de esta conversación, porque estuve todo el día sin comunicarme en el grupo, me avisa Valeria Gastaldi, miro el video y me doy cuenta que ella tiene los pómulos hinchados por golpes«.

«También me doy cuenta que así no habla una persona con angina, eso era obvio. Para mí la agarró del cuello… Yo hago boxeo y sé que cuando a un boxeador le pegan en la boca, no la puede abrir. O sea, estaba golpeada», continuó.

Y fue entonces cuando decidió tomar cartas en el asunto: «Eso me dejó preocupada toda la noche, le pregunto a Valeria esta mañana si tenía novedades, me dijo que habló con la madre, acto seguido llamé a la mamá, en el medio empecé a recibir un montón de mensajes de periodistas que ya estaban al tanto de la denuncia de Mabel».