Pilar no se rinde: la victoria de un pueblo que madrugó por su dignidad

Presidente Derqui: bastión del oficialismo, con un aplastante 73,14%. Un voto que parece hablar desde la gratitud y la memoria viva de lo público.

Lagomarsino y Champagnat: también con márgenes amplios (68,65% y 61,5%), reflejan una adhesión sólida.

Pilar centro y Pilar Sur: más equilibrados, pero aún con ventaja oficialista (59,1% y 56,3%).

Fátima y La Lonja: zonas de disputa, en Fátima, casi empate técnico (44,4% vs. 43,72%), mientras que en La Lonja se impuso La Libertad Avanza con 48,6%.

Terceras fuerzas y el eco de lo testimonial

Nuevos Aires (2,85%) y el Frente de Izquierda (1,76%) aparecen como voces minoritarias, pero persistentes.

El resto de las fuerzas, con porcentajes por debajo del 1,5%, configuran un paisaje fragmentado, casi silencioso, que sin embargo puede tener valor simbólico en lo testimonial.

 

Jesus Marcelo Delise [email protected]

 

 

Más allá de los números

Este resultado no solo reconfigura el Concejo Deliberante y el Consejo Escolar, sino que reafirma un modelo de gestión que en mi caso personal, se entrelaza con vivencias profundas: el hospital público, el abrazo del intendente, la memoria de Luis Alejandro Medina. Todo eso late detrás de cada voto.

 

Pilar no se rinde:

La victoria de un pueblo que madrugó por su dignidad

A las cinco de la mañana del domingo, cuando el cielo todavía no había decidido si iba a llover o a despejar, ya había pasos en las calles de Pilar, No eran pasos apurados por rutina ni por obligación, eran pasos de convicción, de militancia, de vecinos que salieron a dar la batalla de sus vidas, porque sabían que lo que estaba en juego no era una elección más, era la defensa de un modelo de comunidad que no se entrega, que no se vende, que no se arrodilla.

Y ese pueblo habló. Con más del 59% de los votos, la lista encabezada por Soledad Peralta y respaldada por el intendente Federico Achával se impuso con una contundencia que no deja lugar a dudas, Pilar eligió seguir construyendo desde lo público, desde lo humano, desde lo presente.

Un liderazgo que se toca, que se siente

Federico Achával no es un nombre en una boleta, es el intendente que esta cuando más se lo necesitaba, es el tipo que camina los barrios sin protocolo, es el que entiende que gobernar es estar.

Su gestión no se mide solo en obras, sino en abrazos, en camas disponibles, en médicos que salvan vidas, y Soledad Peralta, como primera candidata, encarna esa continuidad con firmeza y sensibilidad, no es casual que haya sido ella quien encabezará la lista, ella sin lugar a duda, representa el tejido social que sostiene a Pilar desde adentro.

La militancia como llama viva

Lo que ocurrió este domingo no fue solo una victoria electoral, fue una demostración de que la militancia sigue viva, que no se ha rendido ante el cinismo ni la indiferencia, Desde Derqui hasta Villa Rosa, desde Lagomarsino hasta Manzanares, hubo una marea de convicción que se levantó temprano, que repartió boletas, que cuidó cada urna como si fuera un corazón latiendo por el futuro.

Porque Pilar no es tierra de resignación, es tierra de memoria, de lucha, de dignidad, y cuando intentan doblegarla, responde con organización, con ternura combativa, con una voluntad que no se deja comprar ni intimidar.

Pilar como faro

En tiempos donde el espectáculo político amenaza con vaciar de sentido la palabra democracia, Pilar se planta como faro, no por perfección, sino por convicción, porque acá se entiende que lo público no es un gasto, sino un derecho. que el Estado no es enemigo, sino herramienta, que la política no es marketing, sino presencia.

Este triunfo no es solo de Achával ni de Peralta, es de cada vecino que madrugó, que confió, que resistió, es de cada enfermero, cada docente, cada madre que sabe que el futuro se construye con manos propias.

Y si alguien pensaba que Pilar podía ser doblegada, este domingo quedó claro, acá hay pueblo, y el pueblo, cuando se organiza, es invencible.