De Cuyo al delirio: San Martín contra Milei

El 17 de agosto de 1850 murió José de San Martín. Gobernador, militar, estratega, pero también promotor de la industria, la agricultura, la educación, la salud pública. Impulsó un impuesto a la riqueza. Creía en el bien común, en la dignidad de los pueblos, en la soberanía como tarea colectiva.

 

Por Jesús Marcelo Delise [email protected]

 

San Martín es invocado por muchos políticos libertarios como si fuera uno de los suyos, lo citan, lo editan, lo transforman, lo convierten literalmente en un avatar de inteligencia artificial que habla como Milei, que grita “¡Viva la libertad, carajo!” con acento de 1810.

Una fusión perfecta para la tierra prometida de los libertarios, San Martín convertido en holograma presidencial, mientras se reprime a jubilados, médicos del Garrahan, profesores universitarios y se destruye a la educación pública.

 

"Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas" -Mi sable jamás se desenvainará contra mis compatriotas.”

—José de San Martín

 

“Si hay que reprimir, se reprime.”

—Javier Milei

 

El prócer y el farsante

Cada 17 de agosto, la Argentina se detiene, y la historia nos recuerda que fuimos parte de la vida de un hombre que entregó su sangre para que en cada rincón de nuestra tierra se hable de libertad. No la libertad del insulto, sino la libertad de la independencia económica la justicia social y la soberanía política ¿Alguien tiene alguna duda de eso?

Hoy el prócer, el hombre y su historia, se transforma en un Milei cabalgando con la bandera Israelita, se lo nombra, se lo cita, se lo transforma en estatua o se lo lleva al nuevo Paka Paka ya no junto al zamba que todos conocemos, ya que el fue reemplazado por personajes más al estilo Milei y su raza superior.  Hoy Zamba no tiene flequillo, en realidad todo lo vimos tirado roto a las afueras de donde se hacían las emisiones del programa, hoy Paka Paka  hablan de una argentina que seguramente piensa que la justicia social, es un robo en vez de una oportunidad.

Este año, la distorsión alcanzó niveles de delirio, Como ya les dije y no me avergüenzo repetir, San Martín es convertido en holograma libertario, editado por inteligencia artificial para gritar “¡Viva la libertad, carajo!” mientras se reprime a médicos del Garrahan, a jubilados que defienden su plato de comida, a docentes que enseñan con hambre. Ya se que debe molestar que lo repita, pero si esto genera hartazgo, imaginense que siente un jubilado golpeado salvajemente o un médico interpelado por una tal Lilia Lemoine.

 

Cambiemos de  página, y no. San Martín no aprobaría jamás esta realidad llena de locura y fantasías mesiánicas, no lo aprobaría desde su exilio, desde su renuncia al poder, desde su carta a O’Higgins donde dice: “Hace más ruido un solo hombre gritando que cien mil que están callados.”

Hoy, el que grita es Milei, y el que calla es el pueblo, aturdido por la motosierra, por el algoritmo, por la mentira.

Gobernador de Cuyo, impulsó la industria, la agricultura, la educación pública, San Martín creó un impuesto a la riqueza para financiar la independencia, además organizó hospitales, escuelas, fábricas de pólvora y uniformes, todo al servicio de una idea, la libertad como construcción colectiva.

 

“Seamos libres, lo demás no importa nada.”

—San Martín

 

Pero esa libertad no era mercado, pero no es la libertad de la especulación, no es la libertad del ajuste. Es la libertad de la soberanía, de la dignidad, sin lugar a duda es la libertad del pueblo.

 

Milei defiende que su ajuste es "para reconstruir el país destruido" por el peronismoLa distorsión libertaria

“La justicia social es una aberración.”

—Javier Milei

 

¿Puede alguien que desprecia la justicia social citar a San Martín sin que se le caiga la cara?

¿Puede alguien que llama “criminal” al Estado invocar al hombre que lo construyó desde cero?

La respuesta es sí, porque en la Argentina de hoy, la historia se edita, se manipula, se convierte en meme y San Martín es usado como decorado por quienes lo traicionarán en cada gesto.

 

La memoria como trinchera

No se trata solo de Milei, se trata de una cultura política que banaliza la historia, que convierte a los próceres en influencers, que reemplaza el pensamiento por el algoritmo.

Por cierto, hay algo que no pueden editar, y es sin lugar a duda la memoria viva, la que late en cada hospital público, la que enseña en cada aula, la que resiste en cada marcha, como ya dije, San Martín no es un holograma, es un faro, y su luz no se apaga con inteligencia artificial ni con insultos que reemplazan ideas .

 

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestros ejércitos.”

—San Martín

 

Hoy, mientras se cierran bibliotecas, se despiden científicos, se humilla a los docentes, ese mensaje sigue vigente, San Martín no aprueba la represión, no aprueba el ajuste, no aprueba la motosierra. El padre de la patria solo aprueba la dignidad,  la lucha, la memoria colectiva, y nosotros, desde esta tierra que él ayudó a liberar, tenemos la obligación de defenderla, con palabras, con cuerpos, con historia.

La historia no es un decorado, la memoria no es un algoritmo, y San Martín, aunque lo quieran convertir en influencer libertario, sigue siendo el padre de una patria que no quiere rendirse.

Javier Milei seguirá gritando viva la libertad carajo, pero yo estoy convencido que no es la libertad de San Martín, no es la libertad de Belgrano ni de tantos otros que dieron su vida para que esta argentina tenga luz propia. La libertad de los Milei, no tengo dudas, es la libertad de un presidente desquiciado y una hermana que  camina en la oscuridad.