Inicia una semana clave para el Gobierno, luego que el Presidente rubricara los vetos el viernes por la noche.
Se trata del segundo veto que el jefe de Estado aplica a aumentos jubilatorios durante sus dos años de gestión. Los documentos fueron rubricados el viernes por la noche y salieron publicados en el Boletín Oficial en la primera hora del lunes cumpliendo los plazos legales.
Aunque las normas habían sido aprobadas por el Senado a comienzos de julio, el Poder Ejecutivo dilató la firma del rechazo con una estrategia política: evitar el pronto regreso del debate a la Cámara de Diputados, donde el oficialismo teme una derrota si se logra el número necesario para rechazar el veto presidencial.
Si bien el Congreso tiene la potestad de insistir con la aprobación de estas leyes, para ello necesita una mayoría especial: dos tercios de los votos en ambas Cámaras, un enorme desafío para la oposición. En Senado los proyectos se aprobaron por amplia mayoría pero en la Cámara baja los márgenes fueron mucho más ajustados, lo que sugiere una mayor dificultad para alcanzar la mayoría necesaria y contrarrestar la decisión presidencial.
Los proyectos vetados no serán incluidos en la próxima sesión de Diputados, programada para el 6 de agosto. En esa jornada, la oposición tiene previsto impulsar otras iniciativas clave, como el financiamiento para universidades públicas y la salud pediátrica.
Más historias
Javier Milei pierde apoyo: su imagen positiva cayó un 4% en julio
Seis provincias arman un frente electoral como alternativa a la grieta Milei-peronismo
Marcha de los jubilados: la represión no se toma vacaciones de invierno