Nuevo acuerdo con el FMI: El gobierno festeja, ¿pero qué dice la letra chica?
Por Jesús Marcelo Delise [email protected]
El Gobierno argentino acordó con el FMI un nuevo préstamo que la libertad avanza de Javier Milei Festejo con pitos y platillos sin olvidar que se cansó de manifestar, llegar al fondo, era el peor de los fracasos para cualquier plan económico.
Lo cierto, argentina estableció compromisos con el FMI que comprometen a varias generaciones y claro, hace temblar a nuestra independencia económica, limitando cualquier tipo de crecimiento, incluso por más pequeño que sea. Por cierto, sepan disculpar mi tajante análisis, ya que no es otra cosa que una mirada personalísima.
La letra chica que habla del compromiso asumido por la Argentina ante el FMI, hace temblar al más optimista, ya que sus puntos más neurálgicos, nos dicen que esta administración carece de toda herramienta que le permita dar complimiento a tales compromisos y peor aún, ninguna administración podrá dar cumplimiento si no se inclina la balanza a favor de los intereses nacionales.
El organismo internacional giró al país US$ 12 mil millones, la primera cuota de un acuerdo total por US$ 20 mil millones. De esta forma, las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) aumentaron casi un 50% y cerraron el día en US$ 36.800 millones.
En tanto, no hay que olvidar que el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, se reunió este 14 de abril con las autoridades nacionales y representantes del sector privado para establecer las pautas más importantes, que comenzarán a regir sin preámbulos al momento de firmar el acuerdo.
El acuerdo con el FMI presenta desafíos que para muchos son de imposible cumplimento, la magnitud de la deuda, sumada a las condiciones fiscales y económicas actuales, generan todo tipo de dudas sobre la capacidad del país para cumplir con los compromisos sin afectar la calidad de vida de la población.
Algunas preocupaciones incluyen:
Elevadas exigencias de ajuste fiscal, que indudablemente impactaran de manera negativamente en la actividad económica.
Presión sobre el tipo de cambio e inflación que para muchos, generar caídas barranca abajo y pondrá en jaque a estabilidad en los mercados.
Condiciones de pago estrictos, que dejan poco margen de maniobra para políticas económicas expansivas.
El futuro que se avecina donde seguramente cada argentino sufrirá los movimientos sísmicos de un Plan de ajuste que da la sensación, nunca terminará y ara cada día más dependiente a la argentina de las decisiones que tome una identidad que a toda luz, trabaja para sus intereses personales y no para la recuperación de los pueblos.
El nuevo programa establecido por el FMI se extenderá durante 4 años, lo que implica que habrá 9 revisiones por parte del organismo. La primera revisión se llevará a cabo a mediados de junio, dentro de 2 meses, mientras que la segunda se realizará en noviembre (5 meses después). Luego de estas 2 primeras revisiones, el programa adopta un ciclo semestral de revisiones (cada 6 meses) que evalúan los criterios de desempeño del trimestre anterior.
El acuerdo establece metas relacionadas con el superávit fiscal, Argentina deberá llegar a $ 10,5 billones en diciembre de 2025; la deuda flotante (obligaciones pendientes de pago), deberán situarse en los $ 6,3 billones en diciembre de 2025; y las reservas internacionales netas deberán pasar de un rojo de US$ 4.900 millones a fines de marzo de 2025 a un saldo positivo de US$ 4 mil millones en el mismo período.
También prevé que, desde junio de 2025 hasta marzo de 2026, no debe haber financiamiento del Banco Central al Tesoro de la Nación.
Fomentar el consumo y la inversión doméstica para lograr un crecimiento sostenido sin depender exclusivamente de financiamiento externo, sería una de las medidas más viables en un país que se desarrolla y trabaja para un futuro más prosperó, pero está claro que los compromisos contraídos con el Fondo Monetario Internacional, nos pone en un aprieto, porque a la hora de dar cumplimiento a sus demandas, nos hace incapaces de dar rienda suelta a un desarrollos sostenido y la realidad es contundente, si no hay desarrollo, no hay mecanismos que nos permita dar cumplimiento a los compromisos.
Por otro lado, Implementar regulaciones para minimizar maniobras especulativas que afectan el valor del peso y la estabilidad económicas, parecen ponernos en un escenario de ciencia ficción, ya que siempre será más productivo jugar a la ruleta financiera que invertir en progreso.
Cada estrategia tiene ventajas y desafíos, y su éxito, depende de implementaciones efectivas de sus variantes y del consenso político para llevarlas adelante.
Hablan de estabilidad, pero el acuerdo busca la reducción del gasto público y desde hace más de un año, somos testigos de cómo estas medidas afectar el consumo y a la inversión, sin olvidar de cómo nos desacelerará a la hora de hablar de crecimiento.
Por otra parte, la flexibilización cambiaria puede generar fluctuaciones en el valor del peso. Si la política monetaria no logra contener estas variaciones, no cabe duda que estaremos frente un repunte inflacionario.
Esta más que claro que contrajimos una deuda que deberemos pagar con sus respectivos intereses en los próximos años, una realidad que nos pone frente a fuertes, delante de presiones fiscales y condicionamientos de futuras políticas económicas.
Los compromisos asumidos ya están generando importantes acciones de reformas que afectan directamente sectores sensibles. La exigencia de reducir el déficit, está llevando y lo seguirá haciendo sin restricciones, a fuertes ajustes en subsidios y programas estatales, afectando industrias clave como energía y transporte como para dar un ejemplo
Lo cierto, el impacto de estos acuerdos, depende de nuestra capacidad de resistencia y de mecanismos que nos permitan equilibrar la balanza con una mirada mas direccionada al pueblo que a las grandes concentraciones de poder. El FMI no es una entidad de caridad sino que vela por sus intereses personales, no entender esta verdad absoluta es simplemente estar en un escenario que nada tiene que ver con nuestra patria
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