Tras recibir al mandatario francés en Casa Rosada, el Presidente partió rumbo a Río de Janeiro, donde tendrá que verse las caras con sus pares de Brasil y China. Lo espera un clima tenso, marcado por sus desencuentros con Lula Da Silva y Xi Jinping. La incógnita sobre la posibilidad de que juegue a romper el encuentro, asociado a Donald Trump.
Javier Milei viajó a Río de Janeiro, donde este lunes participará de la Cumbre de Líderes del G20, se reunirá con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sostendrá un encuentro bilateral con el presidente de China, Xi Jinping. Separado por un abismo ideológico de su par brasileño y anfitrión de la Cumbre, Luíz Inácio Lula Da Silva, la gran duda es si Milei apoyará la declaración final del G-20, en la que Lula viene trabajando por llegar al consenso en una agenda centrada en la lucha contra la pobreza y el hambre, el desarrollo sustentable con políticas sobre el cambio climático y la igualdad de género. Una de las posibilidades temidas es que Milei, con sus posturas ultraconservadoras y negacionistas del cambio climático, juegue a romper el encuentro, asociado a Donald Trump.
Convencido de que las medidas medioambientales son parte de la agenda “socializante” de la ONU, Milei no apoya la perspectiva de Lula sobre la necesidad de políticas de mitigación de los efectos del cambio climático ni su interés por la agenda de Desarrollo Sustentable. Mucho menos coincide con la propuesta del presidente de Brasil de crear un impuesto a las grandes fortunas. Sin embargo, allegados al Gobierno aseguraron que la intención no es generar una ruptura, sino «agotar todas las instancias de negociación» y «acordar sin transigir en su mirada del mundo».
Acompañaron a Milei a Brasil su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia y el Canciller Gerardo Werthein, a los que luego se sumarán para participar de las actividades de la Cumbre los ministros de Economía, Luis Caputo, de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger y de Seguridad, Patricia Bullrich.
La agenda oficial del G20 prevé que este lunes se realice el Plenario de Jefes de Estado. Como lo viene haciendo en los últimos encuentros internacionales, Milei llevará su agenda propia, como exponente de las ideas de la ultraderecha global que rechaza la igualdad de género y el cambio climático. De hecho, Argentina fue el único país del G20 que rechazó firmar el documento sobre igualdad de Género firmado por todos los países del grupo días atrás y que será puesto a consideración en la Cumbre.
Durante la jornada , el libertario compartirá un almuerzo de trabajo con otros presidentes.
Además de dar la «batalla cultural» en el G20, el gobierno de Milei tiene expectativas puestas en una serie de encuentros relacionados con el endeudamiento externo. El presidente se reunirá, por ejemplo, con la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva y también con el titular del Banco Mundial, Ajay Banga. Tras el triunfo de Trump en las elecciones, el libertario espera que el FMI tenga una postura más favorable hacia la Argentina en las negociaciones por la deuda.
Por otra parte, el martes se encontrará con el mandatario de la República Popular China, Xi Jinping, con quien anticipó que quiere hablar también de financiamiento internacional y del tema de la construcción de las represas patagónicas, que podría ser reiniciado en 2025.
Si bien durante la campaña electoral el libertario había despotricado contra China y el comunismo -siempre bajo el supuesto «alineamiento con Occidente» representado por Israel y Estados Unidos-, apenas asumió le mandó una carta a Xi Jinping para enmendar las relacioness, pero, especialmente, para pedirle dinero y destrabar el acuerdo de un swap por 5 mil millones de dólares que Beijin había cerrado con el gobierno de Alberto Fernández.
Macron en la Casa Rosada
Previo a su viaje a Brasil, el presidente argentino recibió en la Casa Rosada a su par francés, Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, quienes durante la mañana del domingo estuvieron en la Iglesia de la Santa Cruz para participar de un homenaje a las monjas francesas Alice Domon y Lèonie Duquet, secuestradas y asesinadas por la última dictadura militar. El gesto de Macron fue un mensaje contra el negacionismo del gobierno de La Libertad Avanza. Como era de esperar, al acto de homenaje no concurrió ningún funcionario del mileísmo (ver aparte).
Según informaron fuentes del Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, el objetivo declarado de la visita de Macron a la Argentina fue intentar «conectar al presidente Milei con las prioridades del G20».
«No siempre pensamos lo mismo sobre muchos temas, pero es muy útil debatir» dijo al respecto el jefe de Estado francés, un ferviente defensor del multilateralismo y -en las antípodas a Milei- un referente de la lucha contra el cambio climático.
Las posiciones de Macron y Milei sobre el calentamiento global son opuestas. De hecho, en el Gobierno anticipan que la decisión es retirar a la Argentina del Acuerdo de París sobre la emisión de gases contaminantes, lo que se concretaría una vez que Donald Trump, que ya desconoció el tratado en su primer mandato, asuma la presidencia de los Estados Unidos.
El miércoles, tras su regreso al país, el libertario recibirá a la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni.
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