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CFK-Kicillof, la unidad y el futuro del peronismo

La reunión fue confirmada por los íntimos de la expresidenta. En el círculo cercano al gobernador prefirieron el silencio. Ahora falta el encuentro de Cristina Kirchner con Ricardo Quintela.

El próximo sábado vence el plazo de presentación de listas, candidatos y avales para la elección interna del Partido Justicialista. Hasta ahora se mantiene la inscripción de reserva de nombre de la lista –Primero la Patria– que encabeza Cristina Fernández de Kirchner y la otra, que tiene al gobernador riojano, Ricardo Quintela, como el aspirante a presidir el partido por la lista «Federal». Muchos dirigentes y varios gobernadores ya expresaron sus preferencias. La mayoría por la expresidenta. Uno de los que hasta ahora se mantiene en silencio es Axel Kicillof. Ayer, durante toda la jornada se habló sobre un encuentro entre el gobernador bonaerense y la expresidenta. Desde el círculo más cercano a la expresidenta se confirmó la reunión. En tanto que desde La Plata primó el silencio. Lo cierto es que más allá del extremo hermetismo las negociaciones no han cesado. Incluso resta un encuentro entre Cristina Kirchner y el mandatario riojano que, a sus íntimos, les sigue afirmando que sigue en carrera. De todas formas, todos hablan de unidad.

Con la versión del encuentro ya en la calle, desde el entorno del gobernador buscaron mantener distancia. No la negaron de manera rotunda y se limitaban a decir que la cita “no estaba en agenda”. Al principio de la tarde, desde el entorno de la exvicepresidenta dijeron a este diario que no tenían nada para decir sobre el tema y que entre jueves y viernes ella sí se reuniría con Quintela, tal como habían anticipado el día anterior según una comunicación que hubo entre los secretarios privados de ambos dirigentes. Con el correr de las horas, dirigentes muy cercanos a CFK se mostraron tajantes al asegurar que «el encuentro se hace».

La tarde del martes fue un hervidero de rumores. Las guardias periodísticas giraron todo el día por todos los lugares que suele frecuentar la expresidenta: la casa de su hija Florencia ubicada en el barrio de Constitución, su exdepartamento en el barrio porteño de Recoleta y el Instituto Patria, cerca del Congreso de la Nación. Todos buscaban la foto de la expresidenta y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, o alguna declaración. Ella salió de la casa de su hija cerca de las 14.30 y, si bien en el Instituto Patria estuvo todo su equipo –voceros, fotógrafos y asistentes– y también exdirigentes muy cercanos como Carlos Zannini, exprocurador del Tesoro, ella nunca llegó y todos se fueron cerca de las 20.

Entre los más cercanos a la expresidenta afirman que la reunión se hizo y que duró cerca de tres horas. Es más, afirmaron que se hizo en el departamento que la familia tiene en el barrio de Constitución. Nada dijeron sobre lo que se charló. En La Plata tampoco se abrió la boca ni sobre la realización del encuentro y mucho menos de lo que se pudo haber conversado. En rigor, los funcionarios cercanos al gobernador nunca negaron la reunión, en todo caso siempre la pusieron en duda, que no figuraba en agenda y hasta que era posible que el gobernador tuviera una reunión sin avisar a sus colaboradores.

El hermetismo no es extraño en el universo kirchnerista. Los más optimistas sostienen que hay esperar para conocer lo que se habló. Y ese esperar bien puede tener que ver con el encuentro que CFK tiene pendiente con Ricardo Quintela.

Quintela

El gobernador de la Rioja había dicho que el lunes llamaría a CFK, pero eso finalmente no ocurrió. Según contaron cerca de la exmandataria, solo hubo un diálogo entre los secretarios de ambos durante el que acordaron que la expresidenta recibiría al gobernador entre el jueves y el sábado. «Obviamente la doctora lo va a recibir», decían cerca de ella.

Horas antes de conocerse ese acuerdo para concretar una reunión, la noticia había sido que los apoderados de Cristina Fernández de Kirchner: Anabel Fernández Sagasti, Teresa García y Gustavo Arrieta habían solicitado la reserva del nombre de la lista «Primero La Patria», color «Celeste y Blanca» y el Número dos, para ser utilizados en la elección interna convocada para el dia 17 de noviembre de este año. Luego llegó la reacción del riojano que, a través de la red X, dijo que «si sentís el Peronismo y te duele este presente y soñás con la oportunidad de que el partido se vuelva a abrir a la construcción amplia y con representación federal te esperamos para apoyar nuestra lista».

La noche del martes el gobernador de la Rioja se habría comunicado con Kicillof. Gildo Infrán, gobernador de Formosa, y Sergio Zilliotto, de La Pampa –el resto de gobernadores del justicialismo– no pronunciaron ni una palabra. Los teléfonos, sin embargo, estuvieron toda la jornada al rojo vivo y prometen seguir así de acá al sábado, cuando cierren definitivamente las listas y se sepa si habrá o no una interna en el PJ después de años de que eso no suceda. El peronismo transita horas clave que definirán su futuro y, por qué no, también el de la política argentina.

El 17 de octubre

Los intendentes más cercanos al gobernador están participando del acto del 17 de octubre en Berisso que encabezará Kicillof para celebrar el día de La Lealtad Peronista. Estos decían que «sigue todo igual». Desde el entorno de la expresidenta, ante la consulta de si fue invitada o no a ese evento, como había corrido el rumor, expresan que no. «Ese es un acto más», indicaban el martes por la noche y disparaban: «Además, hay cosas que arreglar antes». Ella no tiene agenda para esa fecha clave para el peronismo y la liturgia del movimiento.

Desde la organización del acto en Berisso, en tanto, ayer se encargaron de enviar las invitaciones formales al evento y algunos de los que están en la cocina se animaban a adelantar que allí «puede llegar a haber una sorpresa». Quintela, que viajará a la Ciudad de Buenos Aires para encontrarse con CFK, posiblemente también participe del acto de Kicillof el jueves.

La CGT, en línea con esos sectores que en otro momento se autodenominaban como «el peronismo territorial», también salió a fijar postura: pidió empezar un proceso de una «genuina renovación», y solicitó que se organice una «convocatoria amplia, con la humildad de reconocer errores y sin personalismos». 

Uno de los dirigentes que estaba distanciado de CFK y que ahora se pronunció a su favor en una posible interna dentro del PJ fue el exministro de Seguridad, Aníbal Fernández. Él subió a sus redes sociales una foto de un encuentro entre ambos y dijo que «el país no está como para estar pelotudeando”. Además, opinó que “lo ideal sería que no haya interna en el PJ”.