El ex presidente se prepara para retomar las riendas del PRO y planear la estrategia para las elecciones intermedias. Cada vez más lejos las chances de un acuerdo con LLA.
El ex presidente Mauricio Macri cree que ya hizo y ofreció todo lo que tenía a su alcance para ayudar a Milei, pero siempre chocó con la obstinación de Karina y de Santiago Caputo que se niegan a sellar un acuerdo con el PRO.
A pesar de las charlas semanales que Milei mantiene con Macri, el ex presidente ve que las estrategias que propone para darle mayor fortaleza política al gobierno caen en saco roto y no hay avances porque el libertario está convencido que Macri quiere coparle el gobierno.
Por lo tanto, la opción de máxima que sugirió Macri de integrar a ex ministros suyos al gobierno como la propuesta de conformar un interbloque en un acuerdo parlamentario, fueron desechados por el círculo íntimo de Milei a pesar de los fracasos estrepitosos en el Congreso con la caída de la Ley Bases y la posibilidad cierta de que se rechace el DNU.
Ahora, Javier Milei repite que el acuerdo con Macri se terminará de plasmar cuando se armen las listas en las elecciones intermedias del año próximo. Sin embargo, Macri relativiza esa posibilidad por dos razones:
Por un lado, el ex presidente ya se dio cuenta de que todo lo que habla con Milei después no se materializa y crece la desconfianza; por el otro, porque observa con preocupación que el gobierno está paralizado en la gestión mientras lleva adelante un ajuste nunca visto para alcanzar el déficit cero.
Macri sabe muy bien que si la gestión no se endereza y el gobierno solo ofrece ajuste, la fuerza electoral de La Libertad Avanza llegará pulverizada para el próximo año. Con una paciencia inaudita, el ex presidente se puso como plazo los primeros seis meses antes de decidir si rompe con el gobierno.
A su vez, los libertarios siguen manteniendo en cargos importantes a peronistas, hasta a funcionarios de La Cámpora continúan en sus puestos cuando también hay montones de lugares del organigrama estatal que a más de tres meses aún están vacantes y generan serias dificultades a la administración.
Entre esas vacantes hay lugares muy sensibles como delegaciones de Anses y Pami en el interior. Con el agravante de que en los lugares que fueron designados por los libertarios muchos terminaron en escándalos resonantes como el bolichero que pusieron al frente del Pami Rosario y que después quiso nombrar a un gasista stripper.
Lo cierto es que el círculo íntimo de Milei integrado por Karina, Santiago Caputo y Nicolás Posse prefieren esta situación antes que entregarle las llaves de la Casa Rosada a Mauricio Macri. Días atrás, Caputo le advirtió al ex presidente que no se equivoque que el gobierno de Milei no era su segundo tiempo.
Frente a esto, Macri se concentra en armar la estructura del PRO, que el próximo martes debe presentar las listas y luego, no descarta viajar a Europa. Mientras tanto, comenzó a evaluar la estrategia electoral para el año próximo en las elecciones de medio término, clave para Milei para ganar fuerza en el Congreso.
Sin embargo, si se produce una caída pronunciada en la imagen presidencial que amenace con arrastrar a sus aliados, Macri no descarta competir contra los libertarios proponiendo «cambio con republicanismo».
Esto es, enfrentar a La Libertad Avanza defendiendo las reformas estructurales, pero sin la necesidad de pelearse con los periodistas, el círculo rojo, mientras se respeta la división de poderes y a los gobernadores y no se persigue a la gente por sus opiniones, dicen en el PRO.
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